"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

La bisabuela

**Capítulo Veintitrés: El Sueño con la Bisabuela**

Esa noche, Ninvarty se sumió en un sueño profundo, alejada de las sombras que la acosaban. Sin embargo, lo que experimentó no fue un alivio, sino un encuentro inesperado.

Se encontró en un jardín florecido, lleno de colores vibrantes y un aroma dulce en el aire. En medio de esa belleza, una figura familiar se acercó. Era una mujer de cabello plateado y ojos sabios, que irradiaba calidez. Aunque no la reconocía, había algo en ella que despertaba un sentido de pertenencia.

—Ninvarty, querida —dijo la mujer, sonriendo—. He estado esperándote.

Ninvarty sintió un nudo en la garganta. —¿Quién eres? —preguntó, sintiéndose confusa y asustada.

—Soy tu bisabuela. He estado aquí para guiarte, pero debes abrirte a mí —respondió, su voz suave y reconfortante.

La revelación la tomó por sorpresa, pero había una conexión instantánea. —¿Por qué no te había visto antes? ¿Por qué ahora?

—La magia corre por tus venas, y tienes un gran potencial, pero también un gran desafío por delante. He venido a ofrecerte mi ayuda, pero debes estar dispuesta a escuchar —dijo la bisabuela, su mirada profunda y comprensiva.

Ninvarty sintió una mezcla de esperanza y miedo. —No sé si soy lo suficientemente fuerte. He cometido errores, y no sé cómo solucionarlos.

La bisabuela se acercó, poniendo una mano en su hombro. —Todos cometemos errores, Ninvarty. Lo importante es aprender de ellos. La oscuridad que sientes no solo es tu carga, sino también una oportunidad para crecer.

—¿Cómo puedo enfrentarla? —preguntó, deseando una respuesta clara.

—Debes conectarte con tu verdadero ser. La magia que has desatado requiere valentía y sabiduría. Recuerda que no estás sola; yo estoy aquí contigo, incluso si no puedes verme en el mundo real —explicó la mujer.

A medida que hablaba, Ninvarty sentía que la claridad comenzaba a surgir en su mente. Las palabras de su bisabuela resonaban con una verdad que había estado ignorando.

—¿Qué debo hacer? —preguntó, sintiendo que cada palabra la acercaba a la solución.

—Busca el equilibrio dentro de ti. Medita, regresa a tus raíces y enfrenta tus miedos. Solo así podrás cerrar esa puerta que abriste —respondió la bisabuela, su voz llena de aliento.

Justo en ese momento, la imagen comenzó a desvanecerse, y Ninvarty sintió una profunda tristeza. —No te vayas, por favor.

—Siempre estaré contigo, Ninvarty. Recuerda, la luz y la oscuridad coexisten. Encuentra la fuerza en ti misma —dijo la bisabuela antes de desaparecer por completo.

Ninvarty despertó de golpe, el corazón latiendo con fuerza. La habitación estaba en silencio, pero la sensación de conexión que había experimentado en el sueño la envolvía. Sabía que debía tomar en serio las palabras de su bisabuela y enfrentar los desafíos que la esperaban.

Con una renovada determinación, se sentó en la cama, lista para dar el primer paso hacia la reconciliación con su magia y con la oscuridad que había despertado. No estaría sola en esta lucha; su bisabuela siempre estaría con ella, guiándola desde el más allá.