"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

Brujeria

**Capítulo Siete: Brujería**

El sol de la mañana bañaba la mansión de los Arison con una luz dorada, y todo parecía tranquilo. Ninvarty, sin embargo, despertó con una inquietud persistente. La carta del día anterior y los eventos extraños en el colegio seguían rondando su mente. Decidió que esa mañana, se tomaría un tiempo para explorar el ático nuevamente, en busca de respuestas o pistas sobre la carta misteriosa.

Subió las escaleras crujientes y abrió la puerta del ático, el aire fresco y polvoriento le recordó su primera visita. Comenzó a revisar los baúles y cajas, buscando algo que pudiera arrojar luz sobre lo que había experimentado. En uno de los baúles más antiguos, encontró un libro de aspecto antiguo con una cubierta de cuero desgastado y símbolos extraños grabados en ella.

Ninvarty abrió el libro con cuidado y descubrió que estaba lleno de encantamientos, pociones y rituales. Sus ojos se agrandaron al darse cuenta de que el libro pertenecía a su bisabuela, la misma de los diarios de viaje que había leído antes. Al parecer, su bisabuela no solo había sido una aventurera, sino también una bruja.

Con el libro en sus manos, Ninvarty se dio cuenta de que los eventos extraños del día anterior podrían estar relacionados con la magia. Decidió que debía aprender más sobre esta faceta de su herencia familiar. Sin embargo, antes de que pudiera profundizar en sus estudios, escuchó un ruido en la planta baja.

Sus padres, que habían salido temprano para hacer unas compras, habían regresado antes de lo previsto. Ninvarty guardó rápidamente el libro en el baúl y bajó las escaleras, intentando actuar con normalidad.

—¡Hola, mamá! ¡Hola, papá! —saludó, tratando de ocultar su nerviosismo.

—Hola, cariño. Hemos decidido quedarnos en casa hoy y pasar tiempo juntos. ¿Te gustaría unirte a nosotros para el desayuno? —preguntó su madre con una sonrisa.

—Por supuesto, estaré allí en un momento —respondió Ninvarty.

Durante el desayuno, todo parecía normal, pero Ninvarty no podía dejar de pensar en el libro en el ático. Quería saber más, pero no estaba segura de cómo abordar el tema con sus padres. Finalmente, decidió que debía ser honesta con ellos.

—Mamá, papá, hay algo que necesito contarles —dijo Ninvarty, tomando una respiración profunda.

Sus padres la miraron con curiosidad, animándola a continuar.

—Ayer, encontré un libro en el ático. Es un libro de brujería que perteneció a la bisabuela. Creo que los eventos extraños que sucedieron en el colegio pueden estar relacionados con la magia. Quiero aprender más sobre esto, pero no sé por dónde empezar.

Sus padres se miraron entre sí, sorprendidos pero no incrédulos. Su madre fue la primera en hablar.

—Ninvarty, tu bisabuela era una mujer extraordinaria. Siempre sospechamos que había algo más en sus historias y viajes. Pero la brujería... esto es algo nuevo para nosotros. ¿Estás segura de que es lo que quieres?

—Sí, mamá. Siento que hay algo en mí que necesita entender esta parte de nuestra historia familiar. No quiero ocultarlo ni tener miedo de ello.

Su padre asintió lentamente, reflexionando sobre lo que había escuchado.

—Si esto es algo que sientes que necesitas explorar, te apoyaremos. Pero debes prometer que serás cuidadosa y responsable. La magia puede ser poderosa, y queremos que estés a salvo.

Ninvarty sintió una oleada de alivio y gratitud. Sus padres estaban dispuestos a apoyarla en su búsqueda de respuestas, y eso significaba todo para ella.

—Lo prometo, papá. Seré cuidadosa y responsable. Gracias por entender.

Ese día, Ninvarty volvió al ático con el permiso y el apoyo de sus padres. Con el libro antiguo en sus manos, se sintió lista para comenzar su viaje en el mundo de la magia, sabiendo que no estaba sola y que su familia la respaldaba.

A medida que las semanas pasaban, Ninvarty estudiaba diligentemente, aprendiendo los fundamentos de la brujería y descubriendo más sobre los dones que había heredado de su bisabuela. Sus padres se mantenían cerca, siempre listos para ayudar y ofrecer consejo cuando lo necesitaba.

Con el tiempo, Ninvarty se dio cuenta de que la magia no solo era una parte de su herencia, sino también una herramienta para el bien, algo que podía usar para ayudar a los demás y hacer del mundo un lugar mejor. Y así, con el amor y el apoyo de su familia, Ninvarty se adentró en una nueva y emocionante etapa de su vida, lista para enfrentar cualquier desafío que el futuro le pudiera deparar.