**Capítulo Treinta y Uno: La Caída de Ninvarty**
A pesar del éxito del evento y la conexión renovada con sus amigas, Ninvarty comenzó a sentir una sombra familiar acechando. Las primeras semanas fueron un respiro de luz, pero, poco a poco, las viejas inseguridades y temores comenzaron a resurgir.
Una tarde, mientras meditaba, su mente se llenó de dudas. Recordó las veces que había fracasado en controlar las sombras, las noches en que la oscuridad parecía devorarla. Sin darse cuenta, su respiración se volvió entrecortada, y el pánico comenzó a apoderarse de ella.
—No puedo caer de nuevo —se dijo a sí misma, pero las voces de la inseguridad eran más fuertes.
En los días siguientes, Ninvarty se volvió más aislada. Aunque sus amigas la animaban, ella ocultaba su lucha, sintiendo que no podía defraudarlas. Las sesiones de meditación se convirtieron en un desafío; cada vez que intentaba encontrar la paz, las sombras la envolvían, susurrándole viejas mentiras.
Un día, decidió ir al parque sola. La tranquilidad del lugar le prometía alivio, pero al llegar, se sintió abrumada por una sensación de vacío. Caminó por el sendero, pero la soledad se apoderó de ella, y en un momento de desesperación, se sentó en el suelo, sintiendo que la presión la aplastaba.
Fue en ese instante que un grupo de chicos que solían burlarse de ella apareció. Sus risas resonaron como dagas en el aire, recordándole todas las inseguridades que había tratado de dejar atrás. En lugar de enfrentarlos, Ninvarty se retiró, sintiendo cómo la sombra la envolvía de nuevo.
Al regresar a casa, sintió que había fallado. Se encerró en su habitación, dejando que las lágrimas fluyeran. La lucha interna era intensa, y no sabía cómo enfrentarlo. Sus amigas, preocupadas, intentaron contactarla, pero Ninvarty se sintió incapaz de abrirse.
Con el paso de los días, la oscuridad se volvió más profunda. Comenzó a dudar de su capacidad para ayudar a los demás, sintiendo que no podía liderar si no podía siquiera controlarse a sí misma. Se convirtió en una sombra de la persona que había sido, atrapada en un ciclo de autodestrucción.
Una noche, mientras miraba al espejo, se dio cuenta de que debía buscar ayuda. No podía permitir que las sombras la consumieran por completo. Con el corazón pesado, decidió enviar un mensaje a Elena y Ana, pidiendo su apoyo.
—Chicas, necesito hablar. No estoy bien —escribió, sintiendo que su vulnerabilidad era una carga, pero necesaria.
Al recibir su respuesta rápida y solidaria, Ninvarty sintió una chispa de esperanza. Sabía que el camino sería difícil, pero también comprendía que no podía enfrentar la oscuridad sola. La lucha continuaba, y aunque había recaído, estaba decidida a buscar la luz nuevamente.
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"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]
SpiritüelTrata sobre, una adolecente cuya vida es fantastica, pero una noche se le acabo la felicidad.... su vida cambia drasticamente