"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

Negacion

**Capítulo Veintidós: La Negación**

A pesar del apoyo de sus padres, Ninvarty se sentía abrumada. La realidad de su situación pesaba más que nunca, y en los días siguientes, la presión la llevó a la parálisis. Aunque había compartido su verdad, la angustia que sentía parecía multiplicarse.

Los días transcurrieron con normalidad en el colegio, pero Ninvarty no podía concentrarse. Las sombras seguían acechando en su mente, y cada vez que cerraba los ojos, revivía el terror de sus sueños. En lugar de buscar soluciones, comenzó a evitar la magia por completo, como si el simple hecho de ignorarla pudiera hacer que desapareciera.

Durante las clases, se sentaba en la última fila, absorta en sus pensamientos. Sus amigas, Elena y Ana, notaron su falta de atención y preocupación.

—Ninvarty, ¿estás bien? No has estado tú misma últimamente —preguntó Elena en el recreo, su voz llena de inquietud.

Ninvarty simplemente asintió, pero no pudo evitar sentir que las palabras se quedaban atascadas en su garganta. Había prometido ser cuidadosa, pero la idea de enfrentar la magia de nuevo la aterrorizaba.

Al regresar a casa, sus padres intentaron hablar sobre el próximo paso a seguir, pero Ninvarty desvió la conversación. Cada intento de abordar el tema la hacía sentir aún más atrapada. La negación se convirtió en su refugio, una forma de huir de la realidad que había creado.

Una noche, mientras se preparaba para dormir, se miró al espejo. La chica que reflejaba era una desconocida. Su rostro mostraba signos de preocupación, y sus ojos, antes llenos de vida, ahora parecían vacíos.

—¿Qué te está pasando, Ninvarty? —se preguntó a sí misma, sintiendo que la respuesta era demasiado dolorosa de enfrentar.

A pesar de la oscuridad que la rodeaba, se convenció de que podría ignorar el problema. Pero en el fondo, sabía que esa no era una solución.

Los días se convirtieron en semanas, y la sombra de su decisión seguía persiguiéndola. Mientras sus compañeros reían y disfrutaban de la vida, ella se sentía cada vez más sola, atrapada en su propio mundo de dudas y miedos.

Finalmente, una noche, mientras intentaba dormir, una pesadilla la despertó de golpe. En su sueño, las sombras se habían vuelto más agresivas, y la figura oscura la miraba fijamente, burlándose de su debilidad. Al despertar, comprendió que no podía seguir ignorando la realidad.

Con lágrimas en los ojos, Ninvarty finalmente se dio cuenta de que debía enfrentar sus miedos y no dejar que la negación la consumiera. Era hora de dejar de huir y comenzar a luchar por su futuro. Pero la pregunta seguía resonando en su mente: ¿tendría la valentía suficiente para dar el primer paso?