Ritual

0 0 0
                                    

**Capítulo Treinta y Ocho: El Ritual en el Claro**

Al amanecer, Ninvarty y Kalonays se despertaron con una mezcla de nervios y determinación. Sabían que el día había llegado para llevar a cabo el ritual que podrían cambiarlo todo. Prepararon los materiales necesarios: el amuleto, el diario de la bisabuela y algunos objetos personales para ofrecer como ofrenda.

Con el corazón latiendo con fuerza, ambas primas se dirigieron al bosque. La luz del sol comenzaba a filtrarse entre las ramas, iluminando su camino y brindando un rayo de esperanza.

Al llegar al claro, la atmósfera era diferente. El aire estaba cargado de energía, y el viento parecía susurrar secretos. Ninvarty colocó el amuleto en el centro del tronco caído, tal como lo indicaba el diario.

—Esto es un paso enorme —dijo Kalonays, mirando a su prima con seriedad.

Ninvarty tomó una respiración profunda y comenzó a leer las palabras del ritual, sintiendo la conexión con su bisabuela y con las generaciones que habían pasado antes que ellas.

Las palabras fluyeron de sus labios, y a medida que avanzaba, la brisa aumentaba, haciendo que las hojas danzaran a su alrededor. Kalonays se unió a ella, pronunciando las frases junto a Ninvarty, creando un eco de poder en el claro.

De repente, el amuleto comenzó a brillar intensamente, iluminando todo a su alrededor. Las sombras que parecían acecharlas retrocedieron momentáneamente, como si la luz las repeliera.

—¿Lo ves? —exclamó Kalonays, con los ojos brillando de asombro.

Pero, a medida que continuaban, una sensación de inquietud comenzó a llenar el aire. Las nubes se agruparon sobre el claro, y un viento helado sopló, como si una presencia oscura intentara interrumpir el ritual.

Ninvarty sintió el nudo en el estómago apretarse. —Debemos mantenernos unidas. No podemos rendirnos ahora —dijo, decidida.

Justo cuando llegaron a la parte más intensa del ritual, un rayo de luz atravesó el cielo, iluminando el claro de manera sobrenatural. Las hojas susurraban cada vez más fuerte, y una figura etérea comenzó a aparecer en el aire, tomando forma justo frente a ellas.

—¿Quiénes se atreven a invocar el poder de lo oculto? —preguntó la figura con una voz resonante, que hizo eco en el bosque.

Ninvarty sintió que el miedo la invadía, pero recordó las palabras de su bisabuela sobre la luz y la oscuridad. —Somos Ninvarty y Kalonays. Buscamos entender y encontrar el equilibrio.

La figura se acercó, y en su rostro se podía ver tanto sabiduría como tristeza. —El camino que han elegido es peligroso. Deben estar preparadas para enfrentar las consecuencias de sus acciones.

Ambas primas se miraron, sintiendo la gravedad del momento. —Estamos listas para lo que venga. Solo queremos saber la verdad —respondió Kalonays, con valentía.

La figura asintió lentamente. —Entonces, el camino hacia el conocimiento está abierto, pero no será fácil. Recuerden que la luz y la oscuridad deben coexistir. Lo que descubran cambiará su destino para siempre.

Con esas palabras, la figura se desvaneció, dejando atrás un aire cargado de misterio. El amuleto dejó de brillar, y las sombras comenzaron a disolverse, como si hubieran encontrado su equilibrio momentáneamente.

Ninvarty y Kalonays se miraron, sintiendo una mezcla de alivio y ansiedad. Sabían que acababan de dar un paso importante, pero las advertencias resonaban en sus mentes.

—Lo que sea que venga, lo enfrentaremos juntas —dijo Ninvarty, tomando la mano de Kalonays.

Con el amuleto en mano y el eco de la figura aún presente en sus corazones, ambas primas regresaron a casa, listas para descubrir lo que el futuro les tenía preparado. El viaje apenas comenzaba, y el verdadero desafío estaba aún por llegar.

"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora