"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

La ausencia de Alessia

**Capítulo Trece: La Ausencia de Alessia**

La tensión entre Ninvarty y Alessia había alcanzado su punto más crítico. Después de la ambigua disculpa de Alessia, Ninvarty sentía que no podía dejar la situación en manos del destino. Decidida a protegerse y a hacer frente a la amenaza que representaba Alessia, tomó una decisión drástica.

Una noche, en su habitación, Ninvarty preparó un hechizo que había encontrado en uno de los libros antiguos. Era un conjuro que prometía enviar un mensaje claro a quien lo provocara, pero que también podría tener consecuencias inesperadas. Aunque dudaba de su decisión, la presión de la situación la llevó a actuar.

Al día siguiente, mientras Alessia se acercaba a su grupo, Ninvarty lanzó el hechizo en secreto, susurrando las palabras mientras miraba a la nueva chica. Un escalofrío recorrió su espalda, pero se sintió aliviada al pensar que finalmente había tomado el control.

Las semanas pasaron y, sorprendentemente, Alessia no apareció en el colegio. Ninvarty se sintió culpable al principio, pero también aliviada de que su rival no estuviera presente. Sin embargo, la ausencia de Alessia comenzó a despertar rumores y especulaciones entre los estudiantes.

—¿Sabes qué le pasó a Alessia? La gente dice que está enferma —comentó Elena una tarde.

—He oído que no se presenta porque se siente mal —agregó Ana, preocupada.

Ninvarty sintió un nudo en el estómago. Aunque había tomado medidas para protegerse, no había anticipado que Alessia pudiera estar realmente sufriendo. La culpa la invadió, y comenzó a cuestionar si había ido demasiado lejos.

Mientras tanto, su vida en el colegio continuó. Sin Alessia, el ambiente se tornó más ligero, pero Ninvarty no podía disfrutarlo completamente. La magia no era solo poder; también era responsabilidad.

Finalmente, dos semanas después, Alessia apareció en el colegio, pero no era la misma. Su rostro estaba pálido y había una sombra en su mirada. Ninvarty sintió una mezcla de alivio y miedo al verla.

Cuando Alessia la encontró en el pasillo, la miró con intensidad.

—Ninvarty, necesitamos hablar —dijo, su voz temblando.

Ninvarty sintió que su corazón se aceleraba. Sabía que la confrontación era inevitable.

—Lo que hiciste me afectó más de lo que pensabas. Estuve ausente porque... porque me sentí atrapada. No quiero que esto continúe —dijo Alessia, con sinceridad en sus ojos.

Ninvarty se sintió abrumada. La culpa que había estado reprimiendo salió a la superficie, y comprendió que su acción había tenido consecuencias serias.

—Lo siento, Alessia. No debí actuar así. Solo quería protegerme —respondió, su voz quebrándose.

Alessia suspiró, como si el peso de la situación le resultara demasiado pesado.

—Entiendo que las cosas se pusieron difíciles, pero no creo que esto sea el final. Debemos encontrar una manera de resolverlo —dijo, su mirada llena de determinación.

Ninvarty sintió que el rencor que había acumulado se desvanecía lentamente. Tal vez había una oportunidad para sanar, pero también sabía que debía ser cautelosa.

—Sí, debemos hablar más sobre esto. Pero primero, tengo que entender cómo podemos avanzar sin más malentendidos —respondió, reconociendo que el diálogo era el primer paso hacia la reconciliación.

Ambas chicas se quedaron en silencio, conscientes de que el camino por delante no sería fácil, pero sabiendo que, al menos, estaban dispuestas a intentarlo. Ninvarty entendió que la magia podía ser tanto un poder como una carga, y que la verdadera fuerza radicaba en la capacidad de perdonar y encontrar un nuevo comienzo.