Tercer ojo

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**Capítulo Diecisiete: El Tercer Ojo**

Con el tiempo, Ninvarty se había sumergido más profundamente en el estudio de la magia. Había leído sobre el Tercer Ojo, un concepto fascinante que prometía abrir la mente a realidades más allá de lo visible. Sin embargo, también había advertencias sobre los peligros que conllevaba su activación.

Una tarde, impulsada por su curiosidad y el deseo de entender su poder, decidió intentarlo. Se sentó en un rincón tranquilo de su habitación, encendió velas y preparó un círculo de protección con sal. Con el corazón acelerado, comenzó el ritual, recitando las palabras que había encontrado en un antiguo grimorio.

A medida que pronunciaba las últimas sílabas, sintió una oleada de energía recorrer su cuerpo. Una luz brillante llenó su mente y, de repente, vio visiones que nunca había imaginado. Imágenes de su pasado, futuros posibles y una conexión más profunda con el mundo la inundaron. Pero en medio de esa claridad, una sombra oscura comenzó a asomarse, nublando su visión.

En ese momento, Ninvarty se dio cuenta de que había cometido un error. Al abrir el Tercer Ojo, no solo había accedido a la luz, sino también a lo desconocido. Las visiones se volvieron caóticas, y su mente empezó a perder el control. La energía que antes la iluminaba ahora se sentía opresiva.

Cuando finalmente cerró los ojos, el mundo a su alrededor regresó a la normalidad, pero algo había cambiado. Un temor latente se instaló en su pecho. Las sombras que había visto parecían haber encontrado un camino hacia su realidad.

A la mañana siguiente, Ninvarty se despertó sintiéndose extraña. Había una pesadez en su ser, y cada pequeño ruido parecía amplificarse en su mente. Al salir al colegio, notó que sus sentidos estaban más agudizados, pero la sensación de peligro era constante.

En la clase de matemáticas, mientras intentaba concentrarse, vislumbró una figura en la esquina de la habitación. Era una sombra familiar, pero distorsionada. La imagen la hizo estremecer, y de repente, se sintió incapaz de seguir con la clase.

Al final del día, se reunió con Elena y Ana, sintiendo que debía compartir lo que había hecho.

—Chicas, he hecho algo... estúpido. Abrí mi Tercer Ojo, y no sé cómo volver atrás —confesó, angustiada.

Elena la miró con preocupación. —Ninvarty, eso es arriesgado. ¿Te sientes bien?

—No realmente. Estoy viendo cosas que no deberían estar ahí, y no puedo sacudir esta sensación de que algo me sigue —respondió, sintiéndose atrapada en su propia mente.

Ana tomó su mano. —Tienes que intentar cerrar ese portal, Ninvarty. Tal vez haya un hechizo para protegerte.

Decidida a corregir su error, Ninvarty comenzó a investigar de inmediato. Pero la sombra que había despertado seguía presente, y su mente se llenaba de inquietantes visiones. Cada noche se convertía en una lucha para dormir, ya que el temor de lo que había desatado la mantenía despierta.

Al final de la semana, Ninvarty se sintió abrumada. Comprendía que el camino hacia el autodescubrimiento no siempre era claro, y que a veces, el deseo de conocer podía llevar a lugares oscuros. Ahora, no solo debía cerrar su Tercer Ojo, sino también enfrentarse a las sombras que habían salido a la luz.

"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora