"El Legado de Luz: La Historia de Ninvarty" [HISTORIA COMPLETA]

La luz

**Capítulo Veintinueve: La Búsqueda de la Luz**

Tras la difícil conversación con Elena y Ana, Ninvarty se sintió más sola que nunca. La distancia que se había creado pesaba en su corazón, y las sombras que había tratado de combatir parecían intensificarse en su mente. Sabía que debía encontrar una manera de reencauzar su energía y reconectar con su esencia.

Decidida a no dejarse vencer, comenzó a explorar diferentes caminos que la llevaran hacia la luz. Recordó las enseñanzas de su bisabuela y la importancia de encontrar equilibrio. Así que se sumergió en la lectura de libros sobre magia y espiritualidad, buscando respuestas que la ayudaran a comprender su situación.

Una noche, mientras hojeaba un libro sobre prácticas de protección, encontró un pasaje que la llamó la atención: "La verdadera fuerza proviene de la aceptación de todas las partes de uno mismo". Las palabras resonaron en su interior, y sintió que necesitaba aplicar esa lección no solo a su magia, sino también a sus relaciones.

Fue entonces cuando decidió que debía intentar reconectar con sus amigas. Había perdido el contacto, pero no quería que la distancia se volviera permanente. Con un nuevo enfoque, planeó una pequeña reunión en su casa, un espacio seguro donde pudieran abrirse y hablar.

Al enviar los mensajes, su corazón latía con ansiedad. Esperó con esperanza, y para su sorpresa, tanto Elena como Ana aceptaron. La noche de la reunión, decoró la sala con luces suaves y preparó algunos bocadillos, deseando que el ambiente ayudara a suavizar el hielo que había entre ellas.

Cuando llegaron, el ambiente era un poco tenso, pero Ninvarty estaba decidida a romper las barreras. Después de unos minutos de charla superficial, decidió abordar la situación.

—Quiero que sepas que estoy aquí para ustedes, y que lo que enfrentamos juntas es importante para mí. Entiendo que todo esto ha sido difícil, pero no tengo la intención de darles la espalda —dijo, con sinceridad.

Elena y Ana intercambiaron miradas, y después de un momento, Elena tomó la palabra. —Lo aprecio, Ninvarty. La verdad es que todas hemos estado lidiando con nuestras propias luchas. No queríamos que te afectara.

Ana asintió. —Sí, pero no deberíamos haber dejado que eso nos separara. Realmente nos importa lo que sientes.

Con esas palabras, la tensión en la habitación comenzó a desvanecerse. Ninvarty sintió que un rayo de esperanza iluminaba la oscuridad.

—Tal vez podamos enfrentar esto juntas, como antes. Necesitamos apoyarnos mutuamente —sugirió Ninvarty, su voz llena de emoción.

Elena sonrió con lágrimas en los ojos. —Sí, estoy de acuerdo. Debemos encontrar la manera de ser fuertes juntas. No podemos permitir que el miedo nos separe.

Así, las tres amigas comenzaron a hablar sobre sus miedos, compartiendo sus experiencias con las sombras y la magia. Cada confesión ayudaba a sanar las heridas y a crear un vínculo más fuerte. Ninvarty se dio cuenta de que, aunque la lucha era real, la amistad era una luz poderosa en medio de la oscuridad.

Al final de la noche, se sintieron más unidas que nunca. Habían enfrentado sus miedos y habían tomado un paso importante hacia la sanación. Con la determinación renovada, Ninvarty supo que, aunque el camino por delante podría ser difícil, juntas podrían superar cualquier desafío que se les presentara. La luz dentro de ellas había comenzado a brillar de nuevo.