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Maratón: 1/3

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Maratón: 1/3

— ¡Myoui Mina! — Maldita sea.

Mi rostro palideció en cuanto vi a mi novio con la cara roja de la furia.

— Channie... Hola. — Traté de sonar lo más relajada posible, para empezar, estaban todos los estudiantes por el pasillo, llamar la atención no lograría nada bueno.

— ¿Hola? ¿Eso es todo lo que vas a decir? — El chico sacó su teléfono para mostrarme el historial de llamadas. — Treinta veces, te llamé treinta veces y no fuiste digna de responder ni una sola de esas llamadas. ¿Qué demonios está pasando contigo?

— Lo lamento, estuve ocupada, ya sabes que Momo y yo... — Levantó su mano para que me callara.

— Momo y tú una mierda, Mina. Fuí a tu departamento para decirte que tenía entradas para el cine y una reservación para ir a comer a un lujoso restaurante, ¿con qué me encuentro? Con que no estás. — Había una mezcla de rabia y veneno en sus palabras. — Me volvió a decir la misma estúpida excusa, "Mina fue a hablar con sus padres". También fuí a verlos, y para que sepas, no sabían nada sobre ti. ¿Crees que soy estúpido?

— Solo fuí a despejarme, Bangchan. No seas pesado. — Parece que eso último lo molestó más, pues apretó los puños con rabia.

— ¿Pesado? ¡Ya te dije que no soy un imbécil! — Di un paso atrás, pero él dió otro para acercarse a mí.

— Tal vez fuiste al departamento cuando no estaba, yo llegué luego de eso. — Mi intento de excusa no funcionó, ya que subió aún más el ruido de sus gritos, éramos el centro de atención.

— ¡Deja de mentirme! Me quedé cuatro horas esperando a que llegaras... Ni un rastro de ti. — Comencé a mordisquear mis labios, se me estaban acabando las opciones.

— Bang, estás haciendo un escándalo... — Algunos estudiantes comenzaron a grabar la escena, si no acababa con esto pronto, toda mi reputación se iría a la mismísima mierda.

— ¡Me importa un carajo! — Su expresión denotaba asco, viéndome de arriba a abajo. — ¿Qué mierda traes puesto? Pareces una prostituta. — Podría ser una idiota, pero lo último que iba a permitir es que me faltara al respeto. Con un valor que ni yo sé de dónde saqué, golpeé su mejilla con la palma de mi mano. Bangchan tocó su cara con una mueca de dolor.

— Escúchame bien, idiota. No porque seas mi novio significa que dejaré que me faltes al respeto, y mucho menos en público. Vas bajándole a esa actitud de mierda que tienes porque no me gusta ni a mí, ni a nadie, así que si me disculpas, tengo una clase que tomar. — Lo empujé sin dejarlo responder, entrando a mi clase con toda el aura de superioridad, mis compañeros de clase me veían impresionados.

— ¡Eso fue increíble! — Aquella japonesa con pintas de Shiba Inu no tardó en aparecer. — Hasta que pones al estúpido de tu novio en su lugar.

Gym Crush || Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora