29.

1.8K 218 47
                                    

Llegué a la escuela con una sensación extraña en el estómago, y lo primero que hice fue ir a buscar a Mina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegué a la escuela con una sensación extraña en el estómago, y lo primero que hice fue ir a buscar a Mina. Era raro, normalmente nos veíamos en el salón de usos múltiples todas las mañanas, pero hoy no estaba.

Comencé a preocuparme y decidí ir a clase, con la esperanza de ver a Mina allí. Pero cuando entré, no la vi por el edificio. Quizá había tenido un problema y había faltado, aunque no me parecía lógico. Mina no era la clase de persona que faltaba a la universidad, tal vez se saltaba algunas clases, pero no faltaba. El día anterior me ignoró después de que se fuera para responder una llamada, y cuando le pregunté a Momo, ni ella sabía qué sucedía.

Durante toda la hora libre que tuve en clase, me sentí distraída. En lugar de estar prestando atención a lo que pasaba a mi alrededor o hablar con mis compañeros, estaba dibujando en mi cuaderno. La presencia de alguien a mi lado me asustó, yo siempre me sentaba sola, aunque me llevaba muy bien con mis compañeros de clase.

— Lindo dibujo, me gustan los conejitos. — Aquella chica de pelo corto me miró a los ojos.

— Lo siento, ¿te conozco? — Dije bastante sorprendida.

— Por supuesto que no nos conocemos. Soy nueva, llegué hoy. ¿No te diste cuenta? Me dijeron que buscara un sitio para sentarme, pero el único disponible era este.

— ¿Quién te dijo eso? — No había llegado ningún profesor aún, por lo que no me pareció lógico. 

— Nadie en particular, solo pensé que sería una buena excusa para sentarme contigo. — Ella respondió con una sonrisa. — Por cierto, dibujas muy bien. — Me sentí halagada por el cumplido, y eso me ayudó a salir un poco de mi cabeza. 

— ¿Dibujas también? — Pregunté algo emocionada. 

— Oh, un poco. Pero no tan bien como tú. — Ella señaló mi cuaderno.

— Y bueno, cuéntame de ti. — Coloqué mis brazos sobre la mesa, apoyándome.

 — Mi nombre es Jeongyeon, Yoo Jeongyeon. Estoy volviendo después de estudiar por un par de años en Canadá. — Jeongyeon  tenía la piel tan clara como la nieve, su cabello castaño claro se recortaba a la perfección contra su rostro ovalado y proporcionado, con pómulos marcados y cejas pronunciadas. Llevaba un vestido de manga corta de color azul, que brillaba contra su piel.

— Buenos días a todos, como ya lo saben, es el día de que me entreguen sus proyectos finales, así que vayan dejándolos en mi escritorio. — Dijo el profesor mientras se sentaba en su sitio.

— ¿Proyecto final? Acabo de llegar. — Habló Jeongyeon con un tono preocupado.  

— No te preocupes por eso, te ayudaré. — Saqué un bolígrafo y escribí el nombre de Jeongyeon debajo del mío. — Ya está. 

— ¡Muchas gracias! Me sentiré más tranquila sabiendo que tengo una amiga tan dulce. — Sonrió en grande. — Me levanté de mi silla y me dirigí al escritorio del profesor, dejando el trabajo en su mesa. El mayor me tomó de la muñeca antes de que me fuera.

Gym Crush || Michaeng Donde viven las historias. Descúbrelo ahora