Gym Crush || Michaeng

26.

Maratón: 3/3

Después de una sesión de besos en los baños del gimnasio, Chaeyoung salió antes que yo para no generar sospechas. Seguía mojando mi cara gracias a ese acalorado momento en el que me subió al lavamanos, mismo en el que estaba yo.

Cuando me aseguré de que habían pasado los suficientes minutos, salí del baño. En el reloj del gimnasio marcaban las ocho de la noche, por lo que ya era hora de irme. Bajé al primer piso, viendo a Chaeyoung hablando con Momo y Dahyun. Amistosamente me acerqué a ellas.

— ¿De qué me perdí? — Pregunté a las tres chicas frente a mí, todas muy sonrientes.

— Momo y Dahyun son novias oficialmente. — Contestó Chaeyoung, a lo que ellas dos asintieron felizmente.

— ¡Felicidades, chicas! Ya era hora de que avanzaran. — Les dí un fuerte abrazo. — Esto deberíamos celebrarlo, yo las invito, no hay problema con... — Unos brazos me levantaron por la cintura y de espaldas, ví como la sonrisa de las tres se borraba inmediatamente, pero más la de Chaeyoung.

— ¡Princesa! — Bangchan me dió un beso en la nuca. — Hola, damas y señorita que no conozco.

— ¿Qué haces aquí? — Me separé de él de golpe, cosa que lo confundió, yo nunca rechazaba sus abrazos.

— Te extrañaba y decidí venir a verte. Ya que no estaban en el departamento, supuse que seguían aquí. — Momo no perdió la oportunidad para verlo con molestia, cosa que no pasó desapercibida para mí.

— Debiste llamarme. — El australiano me dió una mirada triste.

— ¡Lo hice! No contestaste, nunca lo haces. — Si no me hubiera estado besando con una coreana, pelinegra y con tatuajes, tal vez lo hubiera visto, solo tal vez.

— Bien, lo siento. Estaba por irme con las chicas a festejar que Momo y Dahyun son novias, así que debo irme. — Dahyun estaba colocando el letrero de "cerrado" en su escritorio, pero en eso, Bangchan volvió a hablar.

— ¿Podría acompañarlas? No tengo nada que hacer. — Me giré para verlas, Momo negaba discretamente con la cabeza, pero Dahyun contestó.

— ¡Claro que sí! Podría ser una cena doble, y Chaeyoung, no te preocupes, puedes entrar como mi hija. — Abrí los ojos, una cena con ellos dos juntos era la peor idea del mundo. Momo le dió un codazo a su novia.

— No, sabes... Acabo de recordar que debo alimentar a mi gatito, está solo, tú sabes. — Chaeyoung se excusó.

— Pero si tú eres alérgica a los gatos...

— ¡Bien! Iré solo un rato, no más. — Trataba de pedirle perdón a Chaeyoung con los ojos, ella solo me regreso una mirada comprensiva con una pequeña sonrisa.