El pronóstico del clima finalmente había mejorado, y parecía que para mañana podríamos volver a nuestra vida normal, pues la nieve ya estaba empezando a derretirse, cosa que hacía a la ciudad más fría de lo común.
Me emocionaba demasiado el finalmente salir de aquí, pero no porque no quisiera estar con Chaeyoung, he amado cada día a su lado, sino que realmente deseo terminar con Bangchan en cuanto antes. Todos estos días me hicieron darme cuenta de lo mucho que deseo que nuestra relación finalmente tenga un nombre.
La coreana se encontraba cocinando, me parecía tan adorable verla así, ya que siempre hace sonidos cuando algo le gusta, y mientras más ruido haga, más rica sabrá su comida. Estar encerrada con ella me ha enseñado muchas cosas, tanto suyas como mías, pues al final del día, ¿quién diría que me gustaría tanto ver películas cuando yo las odiaba? O tal vez odiaba verlas sin la compañía adecuada. Chaeyoung es un mundo que me encanta explorar, y amaría explorarlo por el resto de mi vida.
Lentamente me acerqué a la chica que estaba de espaldas en la cocina, con un pequeño mandil que tenía tigres por estampado, cosa que la hacía ver aún más linda. La tomé en un abrazo sorpresivo por la cintura y dejé un suave beso en su cuello.
— Minari. — Susurró con una pequeña sonrisa en los labios. — ¿Ya tienes hambre? Porque si tienes, puedo comenzar a servirte. — Negué lentamente.
— Solo quería ver qué hacías, pareces estar teniendo un momento más divertido que yo. — La más baja se dió la vuelta y me abrazó, recostando su cabeza en mi pecho.
— Encontré cortadores con formas de animalitos, entonces estaba cortando todos los panqueques con ellos. — Chaeyoung tomó el plato y me los enseñó, ella no solo los cortó, sino que también les puso frutas por cara.
— Eres una dulzura. — Dejé un casto beso en la punta de su nariz y me decidí a ayudarle, terminando de decorarlos yo mientras ella los seguía cortando.
— Creo que a ti te quedan más lindos que a mí. — Reí ante su afirmación y al terminar, llevé los platos a la mesa. Ambas nos sentamos frente a frente para empezar a comer.
— Mi último día aquí, finalmente podrás librarte de mí, ¿lo sabes? — Solté una pequeña risa, pero ella me miraba seria.
— Aún no acaba el día y ya estás pensando en irte, ¿tanto odias estar conmigo? — La coreana hizo un puchero que me morí por besar, y no me contuve en hacerlo.
— Amo estar contigo, pero tengo cosas que resolver afuera, cariño. ¿No se supone que me quieres solo para ti? — Ella asintió lentamente. — Pues esto es parte del proceso, al acabar te prometo que vendré a visitarte seguido, y si no, eres bienvenida en mi departamento.
— De acuerdo, te perdono solo porque me gusta ir a tu departamento, Momo es graciosa. — Continuamos comiendo hasta que quedó un solo panqueque en el plato del centro, junto a otro que estaba a medio comer en el mío. — ¿Qué te parece si decidimos quién se queda con el último con una amistosa partida de UNO? — Antes de responderle, la pelinegra salió disparada a su pequeña bodega a buscar el dichoso juego. En realidad, yo estaba dispuesta a dejarle el último, pero viéndolo bien, nada sería más lindo que verla emocionada porque se lo ganó, y bueno, por más competitiva que sea, ella saca mi lado blando.
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Gym Crush || Michaeng
Fanfiction❝ Cuando Mina decide ir por primera vez a un gimnasio, se encuentra con su peor pesadilla, que también es su futura perdición: Son Chaeyoung, quien al mismo tiempo es su entrenadora. ❞ → Portada bonita por @sxnrics ♡