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Un te amo.

Me encontraba en el piano con Paul, la verdad es que la canción me tenía bastante agobiada, quería hacerlo bien y la canción me gustaba pero no estaba muy contenta con ella.

—Tranquila —dijo Paul, el se tuvo que ir porque tenía clase creo que con Abril.

Empecé a llorar, está semana se iría o Salma o Alex y mi canción no me encantaba.

—Tranquila, no estás sola. Kiki está aquí, aquí estoy —hablo la inglesa.

Me estaba abrazando y sobando la espalda, no podía parar de llorar. Cuando ya me calme un poco hable.

—No creo hacerlo bien en la gala, la canción me gusta y tal pero siento que no es para mí, habérsela dado a Bea o no se pero para mí no creo que sea. Luego Alex o Salma se irán y me dolerá demasiado, tu sabes que cualquiera de los dos son un apoyo enorme para mí.

—Ya, pero tú puedes con esto y más. Esto es así, cada semana hay un expulsado y así es, pero hicimos una amistad muy buena aquí y fuera va a seguir igual. Respecto a tu canción, te sale increíble, te lo dijeron en el pase de micros, yo no creo que te nominen —hablo la chica.

Hoy era viernes así que hoy solamente teníamos que grabar el disco y el resto era tiempo libre.

Estaba en la terraza con un café en las manos, llevaba la sudadera de Alex y unos pants grises.

—Levanta ese ánimo. Que hoy es tu día favorito —hablo mi novio haciendo que me parara.

Yo solo le hice un puchero, abrace su torso y el bajo su cabeza para verme.

—¿Que pasa, beba?.

—No quiero que te vayas, ninguno, los dos son muy importantes para mí y no puedo pensar en que alguno de vosotros se irán —hable.

Me dio un pico y me acerco más a el en un abrazo.

—No, se supone que yo soy la que debería de estar consolandote —hable separándome un poco.

—No, quiero que sepas que si me voy siempre estaré para ti. Cuando salgas en febrero, porque obvio serás finalista, estaré allí para ti y seré el hombre más feliz al ver a su novia cumplir su sueño. Eres y serás siempre lo mejor que me ha pasado —hablo el chico y yo le di un beso que demostró todo el amor que nos teníamos.

Creo que ese era más que nada mi miedo, tenía miedo de que, si el salía, afuera se olvidara de mi y lo que pasó aquí dentro de quedará aquí. Pero ya veo que no será así.

Mis compañeros al ver cómo Alex me abrazaba después de ese beso y al verme a mi llorando, vinieron corriendo a darnos un abrazo grupal.

—¿Estás bien? —me pregunta Rusli.

—Si.

Después de un rato, nos encontrábamos en el salón Chiara, Salma, Violeta, Juanjo, Álvaro, Bea y yo.

Me encontraba tocando algunos acordes en la guitarra de Salma, escuchaba sus pláticas pero yo estaba sumergida en mis pensamientos.

Decidí ir a buscar a Alex, no quería que su momento de felicidad se arruinara por mi.

Cuando Alex me vio, supo que algo estaba mal. Me llevo a un box y me abrazó ahí.

—Estoy mal. Extraño a mi familia, a mi mamá —hable —No se si te haya contado pero sino pues te lo digo. Cuando yo tenía 2 años, mi mamá murió, ya que cuando estaba embarazada de mi tenía una enfermedad que por los medicamentos no se los podía tomar hasta que yo naciera, como duro mucho sin tomarse los medicamentos pues no le sirvieron de mucho así que murió 2 años después. Desde ahí mi papá se distanció un poco de mi pero no fue hasta hace como 2 que se alejo casi completamente de mi, no se si se olvidó que tiene una hoja o no lo se, pero al distanciarse también hizo que mi hermano y yo  nos alejaramos.

El solo se dedicó a abrazarme y consolarme, era lo que necesitaba, no quería palabras de consuelo ni nada, solo quería esto. Quería esto de el.

—Te amo —le dije viéndolo.

—Te amo —nos fundimos en un beso más.

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JULAIT!

Ya vamos conociendo un poco más la historia de Leah, que triste.

El Concurso Que Cambió Todo - Alex Márquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora