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Emociones encontradas.

Al final si tuve compañía en mi cama, Lucas.

—Buenos días loki —hable a el chico a mi lado que apenas estaba abriendo los ojos.

—Buenos días, ¿Dormiste bien?— se levantó dejándome a mi pararme también.

—Me ha costado un poco pero aquí estamos —hable mientras íbamos a los baños.

—Ya, somos dos. Trabajaré esta semana para demostrar lo que tengo —entramos al baño y yo fui a lavarme los dientes.

—Buenos días Kiki— abrace a la chica que iba entrando a los baños.

Vi a Alex y cuando iba a saludarlo el se fue.

—Creo que alguien se ha despertado mal ehh— hablo Violeta separándose del abrazo que me había dado.

—A saber que le pasa ahora.

—Ya, para mí que está celoso— hablo Kiki colocándose el micro.

—¿Celoso? Kiki tía, ¿De que va a estar celoso?— pregunté mirándola, yo ya me había colocado el micro.

—Pues que te ha visto dormir con Lucas — hablo ahora Violeta y Chiara asintió.

—Ya, pues yo lo he visto abrazadito con Denna y no le digo nada. Además no tendría por qué decir ni pio, no somos nada— hable viendo que Rusli había entrado.

—Rusli, buenos días por la mañana guapa— salude a mi chica de abrazo y me fui a la cocina.

—QUE ME MUERO DE HAMBRE,COÑO— grite por toda la academia.

—¿Que quieres desayunar?— me pregunta Cris.

—Ehhh, tostadas porfis.

—¿Cuántas?— me pregunta nuevamente el chico.

—Ehhh, ¿Dos? No, tres.

—Vale, pero te las comes todas eh —ahora habla el uruguayo.

—Lukiii, ¿Me haces un café? Muy muy cargado que si no no duró el día de hoy, ya te digo— es que estaba que me moría.

Me senté al lado de Alex que era el único lugar que había solo.

—¿Te ha pasado algo?— pregunté al chico a mi lado.

—No.

—Ya, pues eso no parece eh — comencé a comer.

—Pues no es verdad, estoy bien.

—Vale —obvio no es verdad eso que dice.

Luego hablaría con más calma con el pero ahorita me muero por comer, dios que hambre.

Cuando termine de comer fui a cambiarme y a arreglarme. Me puse un chaleco amarillo, unos jeans sencillos muy cómodos y unos tenis blancos. Me peine el pelo en una coleta con una pinza y me puse un poco de colorete y solo me rize las pestañas, hoy no me hice lo mismo que otros días.

Fui a la sala de ensayo donde me encontré a Juanjo.

—Chica guapa, ¿Que tal vas con Alex?.

—¿Por qué todos me preguntan por el? Que no somos nada —hable sentándome al lado de el.

—Yo nunca he dicho que sois algo, he preguntado que como vais —joder, me mató.

—Vale, pues no se. Que parece estar enojado o yo que se, me ha ignorado por la mañana y cuando he intentado hablar con el me ha dicho que está bien pero es claro que no está bien.

El Concurso Que Cambió Todo - Alex Márquez Donde viven las historias. Descúbrelo ahora