—¿Se puede saber dónde narices te habías metido? —los recibió la voz histérica de Layna en cuanto pusieron un pie en el castillo al anochecer —¡¿Estás loca?! —pareció estar a punto de arrancarle la cabeza a Chase.
Kane y Reagan los observaban desde detrás de la pelirroja perspicaces. Selene y Hari no estaban presentes cuando Arek y la novata encontraron a la soldado, pero sus tíos habían estado debatiendo algo. Casi seguro que hablaban sobre el paradero de la chica que ahora era responsabilidad de Layna.
—Fui a dar un paseo — Chase puso su mejor cara de indiferencia— y me encontré con el único de mis guardaespaldas que no parece querer controlar algún aspecto de mi vida —le sonrió casi sarcástica.
—Bree —la llamaron sus tíos —, Arek hoy estaba fuera de servicio, Layna era tu guardaespaldas, no deberías haberte ido sin avisar —le dijo con tranquilidad Reagan, sin fijarse en la mirada divertida que estaba echándoles Kane, como si él supiera algo sobre su sobrina y soldado que ninguno de los otros había percibido.
—¿Ha sido una tarde relajante? ¿O necesitas que Lene te dé mañana libre también? —lo miró Kane, lo retaba en silencio, a eso podían jugar los dos.
—Muy productiva, mi señor, cumplí su petición —lo miró aceptándolo, Chase ahora trataba de comprender de qué hablaban.
—Mañana no estaremos, debemos acudir a una reunión sobre todo esto, le toca descansar a Alick, espero que no te importe doblar turno, ya te sustituirá por la noche.
—Sin problema.
—¿Os vais? —habló esta vez Layna mirando un poco dolida a su padre por no habérselo dicho antes.
—Ha llegado la carta hace un rato, ya sabes cómo van estas cosas —respondió él mirando a Kane, de nuevo, se comunicaron sin necesidad de palabras.
—Considero entonces que es un buen momento para la misión que me pedisteis el otro día —intercedió Arek, por una vez no le incomodaba demasiado poder molestar a sus superiores. No había podido sacarse de la cabeza la desesperada súplica que Chase le había hecho en el bosque.
—¿Cuál de ellas? —preguntó Reagan sin saber del todo por dónde iban los tiros.
—La de búsqueda en la Tierra —Reagan y Kane compartieron otra mirada más. El primero interrogante, el segundo con más vitalidad que nunca en los ojos, pareció darse cuenta de lo que quería hacer Arek antes que nadie. Igual estaba relacionado con esos poderes que todos creían que el diablo le había dado a su familia muchas generaciones atrás.
—¿Y qué harás con Bree?
—Puede venir conmigo, en su mundo no representa una amenaza tan grande, yo me haré cargo de ella si sucede cualquier cosa —cualquiera que lo viera dudaría que fuera él, jamás había intercedido así por nadie que no fueran Layna o Elian.
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Heraldos de la Muerte
Viễn tưởngDos jóvenes, un secreto oculto, una profecía y una inminente guerra. Terris, un mundo que Bree, una lectora apasionada, no pudo llegar ni a imaginar, es el mundo de Arek, juntos van a tener que encontrar la verdad y luchar contra esa vieja profecía...