BREE
Ninguno nos movimos en realidad, la mirada que compartimos era de desubicación total, salvo los hermanos, esos parecían entender lo que pasaba a la perfección. No me extrañó que ellos dos supieran algo de Arek que nosotros no, aunque eso no quitaba que me preocupara al notar la tensión que parecían compartir ambos.
—¿Alguno piensa explicarnos qué pasa o fingiremos algún tipo de demencia colectiva? —Alick fue el que rompió el silencio.
—No os preocupéis, Arek volverá antes del amanecer —murmuró Elian con la vista fija en su hermana.
—¿Y se puede saber qué está haciendo? —Krito miró a Elian como si fuera el causante de todos nuestros problemas —. No creo que sea el momento más adecuado para un paseo nocturno.
—Arek comprende cosas que nosotros no somos ni capaces de imaginar —Elian permanecía inmóvil.
—¿A qué te refieres? —fue mi turno de preguntar mientras me removía incómoda, no me gustaba especialmente la atmósfera que se había formado en la habitación.
—No sabemos de dónde salió, solo que fuera donde fuera que creciera lo obligó a desarrollar otro tipo de visión del mundo, tiene más conocimientos en la magia y el mundo que nadie que haya conocido hasta ahora —Layna se separó un poco de la ventana para mirarnos a todos —. No sé qué narices está pasando en la frontera, pero si alguien puede averiguarlo es él.
» Arek tiene que haber tenido alguna experiencia lo suficientemente cercana a la muerte como para enseñarlo a reconocerla. Lo peor de todo es que no solo es capaz de reconocerla, sino que la considera una vieja amiga —compartimos una mirada en la que ella luchaba contra la preocupación, el orgullo, la pena, el dolor y mil emociones más —. No muchos se atreven a pronunciar el nombre del señor de las sombras con tanta tranquilidad como él.
—En la Tierra tenemos un libro que dice que temer a un nombre solo hace que se tema aún más a lo nombrado —me levanté, una parte de mí era incapaz de continuar sentada sin saber que Arek estaba a salvo.
—¿Tú no le temes a la muerte? —me preguntó exasperada —. No me digas que si te estuvieras ahogando no lucharías por una bocanada de oxígeno o que si te atacaran no tratarías de defenderte. En el fondo la mayor parte de la gente no quiere morir, pero Arek no entra en ese grupo, entra en el de los que se sentarían a la mesa con la muerte sabiendo que es su última noche y la acribillaría a preguntas y reflexiones.
» Te crees que lo conoces, pero no tienes ni idea de cómo es en realidad. Que no hable no quiere decir que no tenga la respuesta, solo que sabe que es mejor dejar que la partida avance para que el otro caiga de manera definitiva, aunque tenga que esperar un poco más.
» Si tanto crees que puedes ayudar, dedícate a investigar desde la seguridad de tu castillo, princesa. No necesitamos que acabes herida por jugar a juegos que no entiendes. Arek es un soldado de la corona, pero aún tiene demasiado pendiente como para siquiera fijarse en ti de la manera en que te crees que lo hace. Al final del día él es solo un soldado, tú una princesa será mejor que no lo olvides.
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Heraldos de la Muerte
FantasíaDos jóvenes, un secreto oculto, una profecía y una inminente guerra. Terris, un mundo que Bree, una lectora apasionada, no pudo llegar ni a imaginar, es el mundo de Arek, juntos van a tener que encontrar la verdad y luchar contra esa vieja profecía...