Especial 1K lecturas

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Nota de la autora:

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Nota de la autora:

Holaaa.

Este especial es solo para agradeceros que esta historia haya llegado al 1K, es algo que, en el fondo, jamás pensé. Este capítulo es para vosotros, para contaros que no todo empieza o acaba como esperamos, que hay mucho más allá de lo que pensamos y que los sueños se persiguen. 

Que no te importe lo que los demás digan y como diría Bree: si no puedes vivir la magia, créala.

Que no te importe lo que los demás digan y como diría Bree: si no puedes vivir la magia, créala

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BREE

Respiré, hacía bastante que había dejado de atender a la clase, no me importaba especialmente lo que la profesora decía, solo podía mirar a la pareja que hablaba en murmullos dos filas por delante de mí. Lau llevaba unas semanas sin dirigirme la palabra y a penas unas horas después de nuestra última interacción se había cambiado de sitio, dejando de sentarse a mi lado. No sabía desde cuándo eran novios, solo que Laura había decidido que le interesaba más quedar con él y sus nuevos amigos que conmigo. Me tragué el nudo de mi garganta cuando la profesora me preguntó algo y caí en la cuenta de que no tenía ni la más mínima idea de qué había dicho.

—Bree —me llamó la profesora cuando todos salían para irse al recreo —, te noto más distraída, ¿tiene que ver con Laura?

—No, no es nada —traté de sonreír, aunque me sintiera vacía por dentro y solo quisiera irme a casa —. Me encuentro un poco mal, eso es todo.

Andrea había sido mi profesora de inglés casi desde que había entrado al instituto, habíamos entrado casi a la par. Desde la primera vez que escuchó mi nombre me preguntó que si había nacido en España, cuando le dije que sí en una situación similar a esa me quedé un rato explicándole que mi padre era estadounidense y que por eso hablaba inglés sin problemas. Laura no se había despegado de mí en ningún momento.

—A veces olvidamos que el desamor no es el único dolor del alma —me miró como si comprendiera perfectamente lo que pasaba por mi mente —. Si necesitas hablar búscame en la sala de profesores —me sonrió con una amabilidad que me desgarró el corazón, llevaba semanas sin sentirla de parte de nadie. Asentí, no era capaz de decir nada, como si hubiera olvidado cómo hablar.

Heraldos de la MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora