La alarma me despertó a las 6am, no diré que lo lancé hacia la pared y se destrozó porque no era un reloj despertador, mi despertador era la alarma del celular y digamos que nadie compraría un celular nuevo para mí sólo porque al despertar lo confundí con una mosca gracias al simple hecho de ser despertada.
Yo debía cuidar mi celular como cuidaba de mi virginidad, sino estaría más frita y aplastada.
Me levanté de la cama y fui al baño, me duché y cepillé mis dientes, salí en toalla del baño e ingresé al armario y busqué ropa. Terminé poniéndome unos jeans negros y una blusa roja sin mangas y de botones, me puse mis amadas Vans y salí del armario para cepillar mi pelirroja cabellera.
Bajé a tomar el desayuno y a esperar el expreso del nuevo colegio.
Era estúpido hacer mi ultimo mes de clases en otro colegio, era algo irracional pero como siempre, Rafael y sus caprichos pendejos siempre deben tener la razón y a eso no se le discute.
El expreso llegó a las 7h30am, subí en el y todos me observaron detenidamente, era obvio ser el centro de atención por ser la nueva en el último mes del año lectivo.
Busqué un asiento que tenga libre la ventana y ahí me ubiqué, todos murmuraban sobre mi y mi vestimenta, mas que todo, murmuraban sus suposiciones del porqué mi llegada en el último mes del año lectivo, creo que me iba a divertir haciéndoles creer tonterías de mí.
De un momento a otro no me fijé que en mi dirección venía un adolescente alto de cabellera rubia oscura y ojos azules, él se sentó a mi lado y se presentó.
Su nombre era Thomas y tenia 17 años, estaba cursando 5to año igual que yo, era simpático e interesante, pero no llegaba a más, ya que los ojos de Francisco extrañamente se han impregnado a mi memoria.
Conversábamos amenamente sobre cosas triviales cuando el bus hizo al parecer su ultima parada y recogió a una chica pelirroja de ojos grises a la cual todos molestaban, incluyéndolo a Thomas, me levanté del asiento y la defendí
-Ya basta, paren con sus insultos, ¿Acaso se creen mejor que ella?- Dije con un tono muy enojado.
-No nena, somos mejor a esa cosa, la cuál se hace llamar mujer- Me respondió una tipa de ojos mieles con una risa de satisfacción.
-¿Tú mejor que ella? Permíteme reír- Solté una risa sarcástica -Tú no eres mejor que nadie, ella es más mujer que tu porque al parecer se hace respetar mas que tú, mírate, pareces salida de una tienda nudista con tan escasa manera de vestir- La tipa estaba roja del coraje, eso se le notaba, lanzó un insulto al cielo y se sentó haciendo berrinche hacia sus amigas.
Thomas se retiró del asiento que estaba a mi lado e invité a la chica pelirroja a estar conmigo el resto del trayecto.
-No debiste defenderme- Dijo ella con semblante tembloroso.
-Si debía, esas personas son crueles, ¿por qué te maltratan?- Pregunté interesada en su respuesta.
-Por ser una pelirroja virgen- Respondió ella -Por cierto, me llamo Verónica Williams.
-Yo también soy una pelirroja virgen y mi nombre es Becca Black- Dije extendiendo mi mano y ella la apretó con la mía.
-No eres del todo pelirroja, pero al ojo daltónico humano, eres pelirroja.
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Apostando mi virginidad
Teen FictionBecca, Una adolescente de 16 años es enviada a un retiro de su colegio, junto a su hermana Marina y su mejor amiga Aurora. Todo va bien hasta que en el retiro, Rafael Hamilton, organizador de todo empieza a dar la charla con un tema del desagrado de...