—Así que por fin te vas.
Recogía mis últimos útiles escolares ya que hoy era mi último día en este colegio, regresaría al mío y pues lo único que dejaba aquí físicamente era a Verónica y por supuesto un sinnúmero de peleas con Melissa y a un Thomas lleno de rencor innecesario.
—Si, como tú dices por fin me voy— Respondo sin ganas de pelear, ya es en vano.
Me agacho para meter unos libros en un cartón y me vuelvo a levantar para seguir recogiendo más libros.
—Ya era hora— Contesta con desagrado.
Termino de meter mis libros en el cartón pintado de rosado y me levanto para responderle a Melissa.
—Si, ya era hora— Digo sin interés en seguir gastando saliva.
Melissa al ver que no le seguiría hablando hizo una mueca de exasperación y luego estrelló fuertemente su tacón contra el piso.
—No tendré con quien pelear— Yo levanto una ceja y ella continúa hablando —Eres la única que pelea conmigo sin importarle nada, eres una enemiga a la cual le he cogido cariño
—De acuerdo— Respondo dubitativamente.
Melissa se me acerca y luego me estruja ante su cuerpo, al parecer ella así abraza.
—Harás falta en esta mierda de colegio, te deseo lo mejor pelirroja teñida— Melissa me suelta y me sonríe, yo aún no salgo de mi impresión.
—También te extrañaré, rubia oxigenada— Atino a decirle, Melissa se retira y yo cierro el que era mi casillero.
Tomo mi cartón rosado y empiezo a caminar hacia la salida de la institución, todos me observaban con interés y yo solo rogaba con llegar rápidamente a la salida de este calvario.
Sin siquiera notarlo, Verónica interrumpe mi salida con un cartel enorme que dice en letras grandes "Te extrañaré pelirroja", el cartel tenía muchas fotos de nosotras juntas y otras con mis hermanas y Aurora, ese era un lindo detalle de su parte.
—Becca te voy a extrañar demasiado— Verónica empieza a hablar y yo suelto mi cartón, algo me dice que nos iremos de largo con sus palabras —Eres la amiga que siempre desee, jamás me juzgaste o me maltrataste, bueno si me maltratabas pero era ese maltrato cariñoso que sólo tu sabes dar— Verónica ríe y luego continúa con su agradecimiento —El punto es que amigas como tú son dificiles de encontrar y me alegra saber que fuiste parte de mi vida, por favor jamás me olvides porque siempre te llevaré en mi corazón— Corro hacia Verónica y la abrazo con fuerza aplastando el cartel que supongo le costó una vida hacerlo, ella empieza a llorar y yo la abrazo más.
—Créeme que jamás voy a olvidar a la chica que desde que entré a este manicomio no me ha dejado sola, vives técnicamente conmigo porque sólo te vas cuando debes ir a dormir a tu casa, eres especial para mí, mis hermanas y mi mejor amiga, eres un ser elemental en mi vida y tu jamás olvides eso— Nos volvimos a abrazar pero esta vez teniendo cuidado del cartel que tal bonito le ha quedado.
Ella toma el cartel y yo la caja y juntas nos fuimos al Hogar.
* * * * * * * * * *
—No puedo creer que te vayas— Dice Santiago subiendo mis cajas a la furgo del Hogar —No parece que has estado seis meses aquí.
—Ya hoy son seis meses y parece ayer que ingresé a esta casa de locos— Respondo nostálgica —Me estoy yendo, es increíble.
Santiago me observa con una sonrisa triste, él es el que más me extrañará, lo siento en mi interior.
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Apostando mi virginidad
Teen FictionBecca, Una adolescente de 16 años es enviada a un retiro de su colegio, junto a su hermana Marina y su mejor amiga Aurora. Todo va bien hasta que en el retiro, Rafael Hamilton, organizador de todo empieza a dar la charla con un tema del desagrado de...