-A veces pienso que realmente eres una mimada de papá y por eso eres como eres- Me dice Amelia abriendo la puerta de la furgoneta.
Madita sea que me viene a joder ahora.
-Necesitas quién te ponga en tu lugar- Digo jugando con mi móvil -Tú me estresas.
-Tú a mi me produces el mismo malestar- Responde cruzada de brazos -Sé normal e inclúyete en el grupo- Pide.
-Amelia, no me fastidies, bastante tengo compartiendo el mismo aire contigo- Digo alzando mi mirada, mis ojos grises enfocaban a sus ojos claros e indefinidos -Tú no me agradas y yo a ti tampoco, no necesitas fingir nada.
Amelia se quedó callada, apretó fuertemente los labios y luego revolvió su cabello.
Raro.
Ni siquiera se que hace aquí hablando conmigo, digo, le caigo mal a la tipa, no se cansa de repetirlo o de demostrarlo.
A veces, sólo a veces quería irme del Hogar con tal de a ella no verla, era molestoso ver lo melosa que se ponía con Francisco, era molestoso verla entablar conversaciones con los chicos, me daba a impresión de que quería ganarse al círculo social de Francisco.
Me da la impresión de que realmente ella lo quiere y por eso es tan amable con las personas que viven con su enamorado, pero yo era otro cuento, a mí me quiere alejada de ella, me hace pensar que es inseguridad, pero seamos sinceros, ella es así o hasta más bonita que yo, quizas en contextura física no seamos iguales pero Amelia podía dar lo mejor de si misma con tal de agradarle a todos, a mí me vale madres entablar una amistad con alguien.
Somos muy diferentes.
Ella quisiera enmendar errores y yo sigo cometiendo errores.
-Quisiera comprenderte Becca, de verdad que trato de hacerlo pero eres complicada.
-No tengo manual de uso, lo siento por tu fracaso- Digo enfocando mi concentración en mi celular -Aparte tú enviaste a Thomas a arrebartame mi virginidad, eso es cruel e imperdonable, podrás convencer a todos de tu sutil mentira elaborada pero tú y yo sabemos que tu inseguridad es más potente que tu credibilidad.
Amelia se quedó en silencio, punto para mí, di en el clavo, le di en lo que mas le duele.
-Haberlo o no haberlo hecho- Empieza a decir -Eso no te quita lo molesta que puedes llegar a ser.
-Corrección lo que te molesta es que Francisco pueda dejarte y correr a mis brazos, así tipo guión de telenovela, lo que no entiendes- Hago una pausa y me acerco a su oído, tomo aire y susurro -Es que no recojo la basura de los demás- Me alejo y regreso la vista a mi celular.
Amelia miraba hacia el suelo cuando se fue cerrando la puerta de la furgo, ya estaba anocheciendo y mañana tenía colegio, obviamente no deseaba ir pero tengo un promedio el cuál cuidar, decidí bajar de la furgo y dar aviso de que anochecía, más mi sorpresa fue llegar y ver que ya estaban recogiendo todo lo utilizado para su picnic.
Sin hacer mucha bulla decidí ayudarlos aunque no haya sido partícipe de esta pequeña reunión. Tomé una funda de basura y empece a guardar los desperdicios, Marina y Bruno se unieron a la limpieza y luego a cargar la funda de basura, la cual iba un poco pesada para mis nada atleticas manos.
-Noté que Amelia fue a la furgo y demoró demasiado, ¿qué sucedió?- Preguntó Bruno dejando la funda de basura en la parte de atras de la furgo.
-Quería que me incluyera al picnic, pero preferí hacerle caso omiso, me enferma verle cerca de Francisco y para evitarme el mal trago, sacrifiqué mi tarde de diversión- Respondí evadiendo la mirada de Bruno.
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Apostando mi virginidad
Ficção AdolescenteBecca, Una adolescente de 16 años es enviada a un retiro de su colegio, junto a su hermana Marina y su mejor amiga Aurora. Todo va bien hasta que en el retiro, Rafael Hamilton, organizador de todo empieza a dar la charla con un tema del desagrado de...