Apostando mi virginidad

Extra #3 (Un final sin precedentes)

DIEZ AÑOS DESPUÉS.

Se dirán: ¿cómo es la vida de casados? ¿No se vuelve rutinaria? Pues dependiendo cómo tú decidas llevar el matrimonio éste se vuelve cansado, agotador o divertido y alegre.

Francisco y yo llevamos el matrimonio divertido y alegre junto a nuestros tres preciosos hijos. Mi primer parto fue de gemelos, tuvimos dos terremotos a los cuáles a veces me dan ganas de devolverlos a mi ovario hechos óvulo y a los testículos de su padre hechos espermatozoides, cuándo quieren ser un incordio no hay ni punto de comparación. Sin embargo, en mi segundo parto le di la vida a una hermosa princesa, la cuál es un ángel, no jode tanto como sus hermanos.

Nos quedamos con tres hijos, los gemelos se llaman Thiago y David y mi princesa se llama Lena, los chicos son altos y morenos como el padre, no obstante, tienen las iris de color gris, así como los míos, también tienen pecas en el rostro, no tantas como las mías, pero las suficientes como para que cuando muevan sus narices, éstas bailen. En cambio Lena es casi mi réplica, el mismo cabello rojo y las mismas pecas regadas por todo el cuerpo, la diferencia está en el color de sus ojos, son mieles como los de Francisco. A todos los amamos por igual, los gemelos tienen nueve años y la nena, siete.

Aurora y Allan se quedaron con los trillizos, ellos tienen diez años, Alex se casará con Ivonne, una chica que conoció en su último año de universidad, o eso creemos y queremos, hacen linda pareja. Santiago se casó con Lucía y tienen un niño de ocho años y una niña de cinco años y Andrés pues bueno, según parece tiene enamorada, aún no la presenta, dice que está esperando a que algún dios le envíe la señal de que ella es la indicada y Rafael sigue dirigiendo el Hogar. poco a poco hemos ido desalojando el sitio, pero hemos comprado casas cerca de ahí para podernos ver de vez en cuando.

Los primeros en irse fueron Gracie y Fernando con sus hijos Drake y Katherine, los cuales están por cumplir los doce años, después se fue Nicolás con Allie, viven en un departamento cerca de la casa de Verónica y Daniel ya que Sue y Allie son inseparables, ellas tienen trece años. Se preguntarán, ¿Que es de Marina y Bruno? Pues... Marina se casó con un compañero de su universidad, está por dar a luz a la última nieta y sobrina, Bruno en cambio vive en Holanda. Ambos son buenos amigos, decidieron darle fin la relación puesto que ya sentían que amor no había, pero creo que se han equivocado de caminos porque según sé, Marina está por divorciarse de su esposo y Bruno está por regresar de Holanda. Gracie no me quiso contar bien de que iba esa historia, siento que la historia de Aurora y Allan se repite.

En fin.

Estamos en nuestro bello hogar y no hablo del "Hogar de Varones", hablo de la casa en la cuál mis hijos han crecido al igual que mi amor por Francisco, cada uno ejerce su profesión, la diferencia es que él está en una empresa a tiempo completo y yo en medio tiempo creando autos y partes de los mismos, ya soy una Ingeniera Automotriz con todas sus letras y también soy mamá, acabo agotada, pero es algo que me gusta, hasta estoy pensando en pedirle el cuarto hijo a mi bello esposo.

Ahora estamos esperando a Rafael y a todas las personas que han pertenecido a nuestra vida, cada fin de semana organizamos una cena para no perder contacto y hacemos videollamada con Bruno. Últimamente no se conecta y eso me intriga, algo me dice que Gracie y él nos tienen una sorpresa.

Porque con Gracie son los amores.

-Becca, ya los muchachos están llegando- Francisco se acerca a mi mejilla y la besa mientras yo me coloco el arete frente al espejo de la cómoda de nuestra habitación -Me siento viejo.

-¿Acaso Lena ya tiene novio?- Pregunto burlonamente.

-Dios me libre - Responde dándome un beso en los labios -Me gusta ese sabor de labial.