Capítulo 35 - Un futuro no muy lejano

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4 de agosto de 2023. Saint-Tropez, Francia.

Emma

–Mami, más.

–Voy – tome el cuchillo y empecé a cortar pequeños pedazos de papaya – ¿te gusto mucho, mi amor?

–Sí – Emi sonrió levemente y empezó a tomar los pedazos uno por uno para llevárselos a la boca.

–Emi está creciendo demasiado rápido – comentó Sandy, la esposa del padre de Max – y pronto será toda una hermana mayor.

Emilia sonrió de lado al escuchar su nombre y siguió comiendo.

–Sí, está creciendo mucho – dijo mi esposo y acaricio su cabello – en unos meses cumplirá 3 años.

Sonreí levemente, me costaba ver como mi pequeña bebé estaba creciendo tan rápido que simplemente no podía aceptarlo.

No estaba lista para que dejara de necesitarme.

–Y... ¿Cuál es el plan? – preguntó mi suegro mientras alejaba su plato de comida.

–¿Hablas de las actividades de hoy, cariño? – habló su esposa – porque Emma, Victoria y yo pensábamos llevar a los niños a las albercas.

Blue Jaye rio a lo bajo y recargo su cabeza sobre el hombro de su hermana Victoria.

–¡Sí, albeca! – gritó Jason, uno de los hermanos menores de Max.

Jos sonrió.

–Si, eso suena estupendo, pero me refiero a que sí tienen un plan con Emilia.

Fruncí el ceño, ¿a qué se refería?

Dirigí mi mirada hacía mi esposo, confundida, y pude percatarme como Max compartía el mismo sentimiento que yo.

–Ah... ¿A qué te refieres con planes, padre? – preguntó mi esposo.

–Ya saben, si la meterán a una escuela de manejo o si tú mismo le enseñaras, esas cosas – tomo su taza de café y le dio un sorbo.

–Eh, bueno, es que eso aún no lo hemos pensado – comente mientras acariciaba mi vientre – Emilia aún es muy pequeña para eso.

–Pues Max empezó a practicar antes de los 4 años, considero que si quieren que Emilia siga los mismos pasos que ustedes, es necesario que comience a manejar un kart lo más pronto posible.

Relamí mis labios levemente y miré a Max de reojo.

¿Emilia como piloto?, ¿a tan corta edad?

Era consciente que el proceso de formación de un piloto de carreras iniciaba a muy corta edad, yo misma lo había vivido, pero ahora que yo era adulta y como era la madre de dicho infante, mi perspectiva con él mismo había cambiado.

Ahora, era consciente de los peligros que este deporte podría traer consigo y es que hasta la fecha, no he podido sacarme de la cabeza el llanto de los padres de Jules durante su funeral.

Era simplemente aterrador el imaginar que yo podría pasar por lo mismo y lamentablemente, era un terror que vivía cada fin de semana.

Es la parte que las redes sociales no te cuentan, todo el mundo ve este deporte como lujos, placer y diversión, pero no saben lo difícil que es ver a las personas que amas manejar un auto a más de 300 km/hr y saber, que en cualquier momento, puede suceder una desgracia.

Era el lado oscuro de este deporte.

–Bueno, supongo que lo hablaremos con más calma – hablo Max, rompiendo la fina capa de hielo que se había formado en la conversación – como dice Emma, Emi todavía es un bebé, aún hay varias cosas que tiene que aprender primero.

Dear Max ~ Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora