Capítulo 3 - Pastel de chocolate

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12 de Octubre del 2008. Ámsterdam, Países Bajos.

Emma

¿Saben lo satisfactorio que es ganar?

¿Sentir la adrenalina a flor de piel?, ¿Lo que es contener la respiración en cada una de las curvas, sabiendo que en cualquier momento algo podría salir mal?, ¿La sensación del sudor acumulado sobre tu cuerpo por la intensidad de la carrera?, y por último... ¿La emoción que sientes al ver el final de la meta, a tan solo unos metros de ti, anunciando, de una vez por todas, que tú eres el vencedor?

¿Saben lo que es eso? ¿Lo que se siente saber que tú eres el mejor?

Porque yo nunca lo había experimentado... hasta el día de hoy.

Al cruzar la línea de meta, solté un grito de celebración.

Por primera vez en mi vida había ganado una carrera, una carrera real y era una sensación increíble.

Estacioné mi kart a un costado de la pista y con emoción, salí de este saltando.

-¡Gane!, ¡gane! - grité mientras observaba a Will salir de su auto.

-¡Ganaste! - corrió hacia mí y me abrazó.

-Gane Will... gane - solloce.

-Sí, lo hiciste - rio - ganaste hermanita.

Reí levemente y me separé de él para retirar el casco de mi cabeza.

-Hoy voy a celebrar comiendo un gran pastel de chocolate - sonreí.

-¿Segura? - se quitó el casco y comenzamos a caminar hacia donde se encontraban nuestros padres - la última vez que comiste pastel no te sintió muy bien y eso fue hace una semana.

-Lo sé, pero es probable que estuviera en mal estado o algo - le reste importancia - el de hoy sabrá genial.

Reí levemente y corrí hacia donde estaban mis padres.

Mi papá me tomó entre sus brazos y me elevo en el aire, mientras reíamos.

-¡Emi, la niña más rápida de Holanda!

-¡Sí! - reí y me depositó con cuidado en el piso.

-Estamos muy orgullosos de ti - dijo mi madre - de los dos, en realidad.

Mi hermano rio levemente y movió sus hombros.

-Hoy solo digan que de ella, yo ya he tenido varios días así, es su momento.

Sonreí de nuevo y lo volví a abrazar.

-Le ganaste a todos y solo tienes 9 años - comentó mi padre - incluso le ganaste a Verstappen.

Giré mi cabeza discretamente hacia su garaje.

Para su desgracia y conveniencia mía, Max había tenido una falla a la mitad de la carrera, razón por la que tuvo que retirar su auto de la misma.

El rubio estaba sentado sobre una mesa al fondo de su garaje, de piernas cruzadas, mientras jugaba con lo que parecían ser sus guantes, exento de todo lo que pasaba a su alrededor.

No era un secreto que su padre no lo trataba del todo bien cuando no ganaba, y por lo que se veía, hoy no había sido la excepción.

-Bueno - miré a mi padre cuando hablo - ¿Qué les parece si subimos los autos a las camionetas y regresamos a la ciudad?, los podemos dejar en el taller y pasar por su hermana a la casa para ir a comer algo para celebrar.

Dear Max ~ Max VerstappenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora