Emiliano
Hace casi un año que me mudé a la sede de Estados Unidos. Fue un gran cambio pero necesario. Tenía que alejarme de todo lo que me recordara a ella; a su olor, a su piel, a sus risas falsas, a sus promesas vacías llenas de mentiras y a su desprecio. Ese que destruyó todo de mí convirtiéndome en el ser intolerante y frío que soy.
El teléfono suena sacándome de los pensamientos que consumen mi alma desde que Gianna murió.
«¿Cómo pude ser tan estúpido y amar a alguien así?», pienso mientras cojo la llamada bufando al ver que es mi madre.
📞 Hola. —hablo de forma fría y seca.
📞 Emiliano, ¿no piensas venir a Italia? —pregunta mi progenitora al teléfono.
📞 No está en mis planes hacerlo en este momento, tal vez más adelante —contesto fastidiado.
📞 Pues no estoy de acuerdo, Bianca y su familia vendrán la próxima semana y me gustaría que comenzárais una relación de amistad que a futuro podría derivar en otra cosa.
Si ella cree que voy a ceder está muy equivocada.
📞 Madre, ¡¿desde cuándo dejo que te metas en mi vida?! —espeto más fuerte de lo que quería.
📞 Hijo, tienes 36 años, no tienes novia, ni te has casado. No veo proyectos a futuro. Cuando nos dijiste que estabas enamorado y que pronto nos presentarías a tu mujer, nos ilusionamos mucho con tu padre... —suspira y es como si la viera negar con su cabeza.
📞 Las cosas no eran como yo me creía. Ella solo estaba jugando con mis sentimientos, nunca tuvo intenciones de casarse o formar una familia conmigo al igual que las otras seis que solo buscaban mi fortuna —digo apretando los dientes.
📞 Tal vez el problema es que no has sabido buscar el amor en la persona correcta y solo has visto la parte superficial —alega y si no fuera mi madre la que habla le diría cuatro cosas.
📞 Mamma, no quiero faltarte el respeto, por eso no te contesto como lo mereces. Solo te diré que: ¡¡Jamás volveré a creer en una mujer, ellas solo te utilizan para su conveniencia y luego te desechan!! ¡¿Te ha quedado claro o te lo repito?! —gruño furioso y lleno de rencor.
📞 Yo... yo solo quería... —Su voz entrecortada me arruga el corazón.
📞 Lo sé mamma, perdona mi exabrupto. Este es un tema prohibido y así como papá me respeta, te suplico que hagas lo mismo. No me obligues a dejar de contestar tus llamadas —sé que soy duro con ella, pero ahora menos que nunca me dejaré manipular.
📞 Eres nuestro único hijo y deseamos verte feliz, sonriente como hace un año atrás. Queremos nietos, que ames y te amen como lo mereces. No puedo concebir que por una mala mujer hayas decidido convertirte en un ser oscuro sin corazón que solo sabe odiar. Ya no visitas a tus padres, trabajas hasta el agotamiento siendo implacable destruyendo a la competencia sin importarte las consecuencias de tus actos. Ese no es el hijo que crié —dice recriminando mi nueva personalidad.
📞 Este es el que soy ahora. Lamento mucho que no puedas aceptarme de esta manera, pero ya no hay vuelta atrás. ¡No se volverán a burlar de mí, eso te lo puedo asegurar! Y, si tienes tantas ganas de tener un nieto, ¡adopta uno para sacarte las ganas! —escupo con sarcasmo porque me tiene hasta el moño con su cantaleta.
📞 Te desconozco, Emiliano. —Sé que se ha quedado de piedra pero no me importa en lo más mínimo.
📞 Perdona, madre, no te puedo seguir atendiendo. En dos meses tengo que realizar un viaje a la sede de Milán y pasaré a visitaros. Lamento ser tan brusco, pero últimamente me agobias demasiado con el tema familia y no entiendes que eso se acabó para mí —comento más calmado y la siento suspirar.
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Te enseñaré lo que es amar
RomanceEmiliano es un magnate de los negocios; su trabajo es lo único que aplaca sus demonios. Luego de que jugaran con él y le rompieran el corazón de la peor manera, se juró no fiarse de ninguna mujer cerrándose a la posibilidad de volver a amar. Su dulz...