Capítulo 9 - Viaje inesperado

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Emiliano

Me desconcierta el comportamiento de Petra, por un lado actúa como si fuera una femme fatale, pero por el otro es una mujer tímida y sin mucha experiencia sexual. Aunque esta última no la da la cantidad de hombres con los que te acuestes, sino las ganas de probar cosas nuevas con tu pareja dejándote llevar para experimentar consensuadamente los placeres terrenales.

Después de lo de hoy; necesito saber quién fue su novio, por qué se acabó la relación, si la vendrá a buscar, si ella lo estará esperando o si querrá que le enseñe para reconciliarse y satisfacerlo.

Son tantas las conjeturas que mi cabeza crea que me he desvelado. No puedo permitirme pensar en ella de esta manera; lo nuestro debe ser pura y estrictamente sexual, sin sentimentalismos.

Cuando por fin logro conciliar el sueño, mi teléfono comienza a sonar haciendo que un mal humor se apodere de mí. Al mirar el número me maldigo porque es el del CEO de la filial de España. Si me llama sabiendo la hora que es en esta parte del planeta, solo puede significar que necesitan de mi presencia con urgencia para solucionar lo que haya surgido.

📞 Dime Luciano —contesto intentando no sonar enfadado.

📞 Señor, ha habido un problema con la entrega de materiales para la construcción del Centro Comercial en Málaga —dice y a mi mente viene un nombre.

📞 ¡Explícame exactamente qué es lo que ha pasado! —inquiero molesto.

📞 El proveedor dice que el pedido tiene irregularidades y que el precio no es el acordado. He buscado el email en donde se muestra la fecha de aceptación del presupuesto junto con las condiciones y no es el mismo que él tiene. Comenta que a no ser que usted mismo aclare y solucione la situación, no nos entregarán los camiones de cemento ni la arena necesaria para acabar en tiempo y forma esta primera etapa de la obra —explica visiblemente preocupado.

📞 Debo arreglar unas cosas aquí antes de volar a España. Me es imposible llegar antes de mañana en la mañana —contesto cavilando quién estará detrás de este boicot a la Constructora.

📞 Vale jefe, envíeme un mensaje con la hora de llegada para tener las furgonetas esperándolo en el aeropuerto —comenta.

📞 Por supuesto. Ah..., una cosa, Luciano...

📞 Sí, dígame, señor.

Su actitud dispuesta me enorgullece, su sueldo lo tiene muy bien ganado.

📞 No le digas a nadie de mi arribo; tampoco de este inconveniente que hemos tenido —le advierto.

📞 Tenga la plena confianza que de mis labios no saldrá ni una palabra. Hasta mañana jefe y, perdone por despertarlo a esta hora —se disculpa y sonrío por el pánico que me tiene.

📞 Estabas haciendo tu trabajo; no tengo nada que disculpar —contesto y cuelgo la llamada.

Definitivamente hoy no dormiré nada, son las 4 AM y yo de gallo.

Hago un poco de relajación bloqueando todo lo que me abruma para aunque sea dormir algunas horas antes de volar a arreglar el estropicio que se quiere montar.

No me queda la menor duda de que Benjamín Argüelles está detrás de todo esto. Se debe haber enterado que no pensaba viajar a Italia para conocer a su hija Bianca y quiere joderme el negocio demorando la obra.

Debe creer que con el retraso de la entrega de materiales para el llenado de la excavación me pondrá en jaque y deberé recurrir a él desesperado para que mi reputación no se vea afectada al no poder cumplir con el plazo establecido en el contrato.

Te enseñaré lo que es amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora