Capítulo 18 - La luz que me ilumina

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Emiliano

Salgo de casa con la mente hecha un lío.

Mi corazón sangra por haberla dejado llorando en la habitación, pero en estos momentos no puedo pensar con claridad. Parece que estoy maldito, ¿por qué tuve que enamorarme de una mafiosa?

Entregarme a ella significa vivir en zozobra, estar con el Jesús en la boca imaginando que en cualquier momento me la puedan arrebatar o que corramos peligro y eso no es lo que deseo para mí ni para mi familia.

—Señor... ¿A dónde lo llevo? —pregunta mi chófer.

—Al aeropuerto, necesito viajar con urgencia a Italia —contesto perdido en mis pensamientos.

—Bien, aunque creo que primero debería cambiarse la ropa —comenta haciéndome un gesto por el retrovisor.

—En el avión tengo varias mudas —contesto al ver que vine en chándal y zapatillas deportivas.

El shock fue tal, que salí de casa con lo que tenía puesto y no pensé en vestirme de forma adecuada. Petra debe estar pensando lo peor de mí, mas no puedo cambiar lo que soy, al menos no tan rápido. Necesito tiempo para pensar y aclarar mis ideas; debo valorar si vale la pena arriesgar todo por ella, o si por el contrario lo mejor es olvidarla y dejar lo nuestro en el pasado.

Que sea hermana de Nikolay me acojona bastante, ese hombre es capaz de desollarme vivo si se entera que hice de su hermana mi sumisa por medio de coacción y amenazas. Con la mafia no se juega y aunque él parece muy caballero y sereno, es un arma de matar. En mala hora vine a fijarme en Petra, ¡Dios, voy a volverme loco!

📞 Carlo, necesito que vigiles a la señora Novikova. Síguela, da igual la hora y el lugar, quiero saber todo lo que hace en mi ausencia. Ahh, y no dejes que te vea —pronuncio cuando atiende el teléfono.

📞 Eso está hecho, jefe. ¿Alguna cosa más? ¿Desea que la investigué? —pregunta.

📞 No, quiero que me busques información sobre un tal Novikov, no sé su nombre completo... Supongo que su familia debe ser influyente en Rusia, ten cuidado porque puede que esté relacionado con la mafia. Ante todo intenta pasar desapercibido, no vaya a ser que por estar investigando amanezcamos con un tiro en la frente. —comento para que entienda que no estamos jugando con niños sino con el bajo mundo.

📞 No se preocupe señor, sabe que mi segundo nombre es discreción. Ni bien tenga lo que me pide, le llamaré para comunicárselo —contesta con profesionalidad.

📞 Una cosa más, Carlo... Quiero que me informes de Petra dos veces al día. Te pagaré un plus por este trabajo... —hablo intentando no sonar ansioso aunque sé que no lo consigo.

📞 Entendido señor. Mmm..., si me permite una apreciación; ella no es como la difunta señora Gianna, ni como las demás. Se ve a leguas por cómo lo mira que lo quiere de verdad. —Sus palabras me perturban porque es lo mismo que me dice mi corazón.

📞 Ya no sé ni qué pensar Carlo, estoy demasiado herido y a veces siento que lo hago todo mal, en especial con ella —suspiro cogiendo mi entrecejo.

📞 Es lógico lo que le sucede, cualquiera en su lugar estaría igual o peor. Llevo su seguridad desde que es un muchacho, por eso sé de lo que hablo. Aprendí a leer a las personas y Petra no es de las embusteras. No padezca que nadie lo juzgará por ir con cautela, ni siquiera ella. —Sus palabras me animan y sonrío porque siempre consigue calmar mis ansias.

📞 Gracias por lo que me dices, sabes que lo tomaré en cuenta porque eres como un padre para mí. Este viaje me servirá para reflexionar y quitar dudas de mi mente; siéndote sincero, estoy enamorado de ella y no quiero perderla. Es la primera mujer honesta que conozco y no puedo pagarle siendo un cobarde —afirmo comenzando a arrepentirme por haber reaccionado de forma tan precipitada.

Te enseñaré lo que es amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora