CAP 27

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POV JENNIE

Estaba sentada en el sofá de la sala de Rose, mirando fijamente la taza de té que tenía entre las manos. La tarde había caído en un silencio cómodo, pero mi mente estaba lejos de estar en paz. Las últimas semanas habían sido una mezcla de emociones y sensaciones extrañas que no podía entender del todo. Me había sentido cansada, irritable, y a veces incluso un poco mareada. No era típico de mí sentirme así, y eso me preocupaba.

Rose, siempre tan atenta, notó mi estado de ánimo y decidió invitarme a su casa para que pudiéramos hablar tranquilamente. Siempre ha sido una amiga excepcional, alguien con quien puedo contar para hablar de cualquier cosa, sin juicios ni presiones.

-Jennie, ¿qué pasa?- preguntó Rose finalmente, rompiendo el silencio. Se sentó a mi lado, con una expresión de genuina preocupación en su rostro. +Te he notado diferente últimamente. ¿Hay algo que quieras contarme?

Suspiré, tomando un sorbo de mi té antes de responder. -No estoy segura, Rose. Me he estado sintiendo rara durante las últimas semanas. Cansancio, mareos, náuseas... No sé qué me está pasando.-

Rose frunció el ceño, como si estuviera tratando de armar las piezas de un rompecabezas. -¿Has estado bajo mucho estrés? A veces, el estrés puede hacer que tu cuerpo reaccione de maneras extrañas.

-Sí, tal vez...- murmuré, aunque en mi interior sabía que no era solo eso. Claro, la vida había sido un poco estresante, especialmente después de la pelea con Leo, pero esto se sentía diferente. Era algo más profundo, algo que no podía ignorar.

Rose se quedó en silencio por un momento, y luego, una idea pareció cruzar por su mente. -Jennie, ¿cuándo fue la última vez que...?-Se detuvo, midiendo sus palabras.

-¿La última vez que qué?- pregunté, confusa.

-¿La última vez que tuviste tu período?- dijo finalmente, mirándome con una mezcla de preocupación y curiosidad.

La pregunta me tomó por sorpresa. Mi mente comenzó a hacer cálculos rápidamente, pero cuanto más pensaba en ello, más me daba cuenta de que no podía recordar la última vez que había tenido mi período. Mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho, y una sensación de pánico comenzó a instalarse.

-Rose... No lo sé- admití en voz baja. -No lo he estado llevando muy bien últimamente, pero ahora que lo mencionas... creo que ha pasado más tiempo de lo normal.

Rose me miró fijamente, como si estuviera esperando que algo hiciera clic en mi mente. Y, de repente, lo hizo. La posibilidad me golpeó como un tren, dejándome sin aliento.

-¿Podría ser...?- empecé, pero no pude terminar la frase. La idea era demasiado abrumadora.

-Jennie- dijo Rose, tomando mi mano. -Creo que deberías hacerte una prueba de embarazo. Solo para estar seguras.

Asentí lentamente, sintiendo cómo la realidad comenzaba a asentarse en mi mente. Sin perder más tiempo, Rose y yo fuimos a la farmacia más cercana, donde compré una prueba de embarazo. Mi mente estaba en un torbellino mientras caminábamos de regreso a su casa, el pequeño paquete en mi mano pesando como si fuera de plomo.

Una vez de vuelta en su casa, Rose me llevó al baño, y me dio una mirada de aliento. -Estaré aquí afuera, Jennie. Todo estará bien, pase lo que pase.

Me encerré en el baño, sintiendo que mis manos temblaban mientras abría la prueba. Seguí las instrucciones con cuidado, tratando de mantener la calma mientras esperaba el resultado. Esos pocos minutos se sintieron como horas, y mi mente corría con todas las posibles implicaciones.

EL AMOR QUE NO QUERIA (JENLIM)-(JENLISA)-(GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora