CAPÍTULO 32: SENTIMIENTOS

26 2 0
                                    


Narrador omnisciente*

¿Sabes por qué perder a una persona duele tanto?, la ausencia de un ser amado hace que sientas que te falta algo y más si es tu madre la que no está presente, el dolor de que tu madre se vaya de la ciudad, país o continente es llevadero, una nostalgia que te consume pero no te mata pero si sabes que tú mamá no se fue si no que se la llevó la muerte es más doloroso, en la primera situación sabes que en cualquier momento la vuelves a ver pero si su alma fue arrebatada del cuerpo te vuelves consciente que jamás volverás a saber de ella, ya no la vas a escuchar por casualidad, ni vas a sentir el calor de ella cerca, ese es un dolor poco llevadero, algunas personas incluso mueren de pena moral, no son capaces de soportar la pérdida de esa persona que tanto aman.

Ahora, a ese dolor sumale el trauma que vivieron los hermanos Cassano, ver cómo abusaban de su madre frente a sus ojos siendo unos niños, notar como ella se hacía la fuerte para no preocuparlos pero en su interior querer incluso morir para salir de ese infierno. Bianca en esa situación no tomó el camino de la muerte por sus hijos, no merecían presenciar eso pero más que todo porque sabía que su esposo no lo soportaría y ella tampoco deseaba dejarlo, de solo pensar que se iría de este mundo sin el hombre que más amaba en el mundo la hacía obligarse a sí misma a soportar los daños que le causaba la bestia Smirnov.

Cuando salió de esa casa junto a sus hijos solo veía a su esposo acudir a su rescate pero no vió venir la bala que le atravesó el abdomen, solo pudo pensar en su tercer hijo y cayó al suelo mirando los ojos azules de su esposo, lo iba a extrañar como nunca en donde sea que vaya después de la muerte, luego de sentir la bala calar en su pecho cerca de su corazón solo hizo lo que más le gustaba en el mundo, admirar los preciosos ojos de sus hijos, el azul que los unía los hacía ver dominantes e intimidantes, sin embargo el café que le heredó a su hijo mayor y el verde que adquirió la menor gracias a su abuela les daba inocencia, todo perfectamente equilibrado.

Ver morir a la mujer que te dió la vida es cruel y más si ambos solo podía mirarla fijo a sus ojos del color del sol, con su cabello castaño un tanto despeinado, ellos al ver la nieve caer en el cuerpo semidesnudo de ella solo pensaban, "Debe sentir frío, mi madre debe estar helada" pero no era verdad, ella no sentía nada, ya no estaba en este mundo.

Vicenzo en ese momento tomó una decisión, iba a morir, muy dispuesto camino por los pasillo de la mansión directo a la habitación que compartía con su esposa, debe ir con ella pero entonces lo vió, la pintura en la pared que lo hizo entrar en razón, la obra de arte hecha por las delicadas manos de su esposa le recordó el porqué no debe morir, no ahora. Ver a sus dos pequeños en ese cuadro luciendo los ojos inocentes y a la vez atemorizantes le dio el golpe de raciocinio que necesitaba y así lo decidió, él no se iba a ir de este mundo sin asegurarse que sus hijos fueran inmortales, sus hijos debían ser unos seres sádicos sin humanidad, no debían tener piedad y eso fue lo que les inculcó.

Los hermanos Cassano se criaron en el mundo de la mafia donde lo moralmente correcto no es aceptado, se deben seguir las leyes. Ambos pequeños fueron entrenados por su madre que aprendió cómo se sobrevive en un mundo de criminales, sus entrenamientos duros eran compensados con amor y cariño, cuando ella se fue ambos se volvieron psicológicamente inestables, manipulables, débiles mentalmente pero su padre los hizo fuertes e imperturbables aún así en sus entrenamientos solo veían sadismos, crueldad y maldad, en su preadolescencia ya eran unos asesinos natos, torturaban humanos como si fueran ganado.

Ya no eran manipulables, tenían sus ideales muy claros y personalidad definida, una no muy buena a la vista de la sociedad, pero seguían sufriendo, extrañaban a su madre y por ello iniciaron con las drogas, la cocaína se volvió la mejor aliada de los jóvenes Cassano y gracias a ella en medio de la vulnerabilidad de su cerebro las alucinaciones se hicieron presentes recordando como eran con su madre presente, ella le inculcó a sus hijos que debían asesinar cuando era necesario, solo cuando su vida dependiera de ello, debían mantener la humanidad característica de ella para asegurarse de no tener a dos monstruos como hijos, todo eso se fue al carajo con Vicenzo a la cabeza de sus entrenamientos. Él fue entrenado con sadismo y su esposa lo sabía, no quería que sus hijos fueran igual de poco humanos como él, una cosa era como su esposo se comportaba con ella y otra muy diferente el cómo era con el mundo. Cuando Maddison y Alessandro se dieron cuenta que se habían convertido en lo que su madre no quería y que lo más probable es que estuviera muy decepcionada de ellos. Sin embargo, ya no había vuelta atrás, estaban condenados a llevar esa vida, no iban a cambiar ni por el amor hacia ella, ser los villanos del mundo les ayudaba a sobrellevar la muerte de su madre.

OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora