CAPÍTULO 5

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Pov Axel

- Te ves estresado- Una morena se sienta sobre mis piernas y me acaricia el cuello.

La apartó y me pongo de pie tomando una botella de Whisky.

Salgo de la fortaleza y camino por el bosque con una botella en mano, me siento patético, estoy bebiendo en medio del bosque y solo, debería estar cogiendo con una rubia o una morena, haciendo un trío o que se yo pero en vez de eso estoy pensando en esos ojos especiales que no salen de mi puta cabeza desde ese día, el día de mi puta perdición.

Apoyo mi espalda en un árbol y me dejó caer, solo observo a la nada empinado el whisky que raspa mi garganta.

Después de tanto tiempo y hasta ahora se le dió la gana de mandar un mensaje. Maldita.

Debí cogerme a una de esas mujerzuelas, si ella no quiere que esté con alguien pues que se joda, es mi puta vida y ella no es nadie, ni siquiera tiene la puta valentía de mostrar su rostro.

Sus ojos vienen a mi mente de nuevo. Ese tono verde esmeralda se clava al igual que el azul zafiro.

Que estupidez que me deje torturar la mente de esta manera por alguien que ni sé si es real, tal vez es solo una jugada de mi mente, una muy mala jugada.

-¿Me vas a seguir ignorando?- Observo a la morena de hace un rato parada frente a mi- Deberías relajarte, despejar tu mente- Se sienta a horcajadas sobre mí y besa la comisura de mis labios- Yo puedo ayudarte.

Acerca su boca a la mía, cierro los ojos, estoy algo ido por el alcohol. Espero que el beso llegué pero solo escucho un grito femenino. Abro los ojos y la veo en el suelo con un corte en la garganta de oreja a oreja, la sangre brota sin control salpicando mi ropa y rostro.

- Que mierda...

-Te di una advertencia Axel Smirnov- Escucho una voz femenina en la oscuridad, reconozco esa voz, es la misma voz de la mujer del barco y es la misma voz de esa noche pero más madura. Me quedo quieto como un idiota- Eres mío- Susurra cerca de mi oído- ¿Te recuerdo cuál fue tu decisión?, tu preferiste tu perdición- Siento un beso en la comisura de mis labios y giro mi rostro, solo veo esos ojos verde y azul a la vez, la oscuridad no me permite ver su rostro- Nos volveremos a ver- Trata de alejarse pero la tomo del brazo acercando su cuerpo a mi.

- ¿Quién eres?- Mi voz sale algo ronca por el alcohol pero aún así no pasa desapercibido mi tono enojado, estoy mareado pero no voy a permitir que vuelva a huir- Ten los cojones de mostrarme tu puto rostro, no seas cobarde.

- No soy cobarde- Se suelta de mi agarre y se pone de pie- Pronto sabrás quien soy, pronto verás mi rostro, disfruta la poca tranquilidad que tienes- Toma la botella de Whisky y le da un sorbo- Te voy a joder a ti y a tu preciado padre- Rompe la botella contra el suelo y desaparece en la oscuridad, trato de pararme para seguirla pero un dolor en mi sien me hace quedarme donde estoy.

Me quedo ahi, quieto, tirado en el suelo como un completo idiota.

Media hora después me pongo de pie y me dirijo a la fortaleza a paso rápido o lo más que puedo, no me voy a dejar joder de alguien y menos de una mujer como ella.

Busco a Matthew con la mirada pero recuerdo haberlo visto cogiendo con la asiática en una esquina, deben estar en su habitación follando como conejos.

Busco a mi padre y lo veo manoseando a una de las putas que contrató.

Bien, solo y ebrio no voy a llegar a ningún lado por lo que decido irme a mi habitación, mañana la encontraré.

***

Golpeó la puerta de la habitación de Matthew pero nadie responde, pierdo la paciencia y entro.

OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora