CAPÍTULO 29

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Pov Axel

Los informes no me ayudan, ninguna central en todo el mundo da material útil, son solo datos superficiales.

Me sumerjo en el trabajo queriendo olvidar lo que sucedió hace ya cinco días, la imagen del cuerpo destruido de mi padre se repite en mi mente y se manifiesta cuando cierro los ojos, una pesadilla difícil de superar.

Parece surrealista el nivel de sadismo de la italiana, lo peor es que ella quería más sin embargo el cuerpo de mi padre no soporto.

Puede que yo esté igual de loco que ella, la ví tan atractiva cubierta de sangre pero no era bella si dicho líquido carmesí era de mi padre. Sus ojos más oscuros que de costumbre, su mandíbula apretada y hombros tensos, ajustando en sus manos el cuchillo que atravesaba la piel de mi padre a cada nada, a ella no pareció afectar que la sangre salpicó su piel un tanto pálida y manchó sus delicadas manos con un perfecto esmalte vinotinto adornando sus uñas. Llevaba un vestido azul resaltando sus preciosos pechos y ajustando su cintura, ella se veía perfecta pero no podía verla de esa manera sí fue quien acabó con la vida de mi padre.

Matthew está devastado, todo el tiempo lleva una expresión de amargura, sus ojos verdes están tristes y su cabellera rubia siempre despeinada, no se preocupa de nada, solo quiere atrapar a la familia que acabó con la vida de Boris. No podía superar la traumática imagen de su padre siendo golpeado, abusado y apuñalado hasta morir. Se sentía mal consigo mismo por no poder ayudarlo, si quiera por intentarlo, tambien se sentia un idiota por aún querer a Go Seyong a su lado sabiendo lo que hizo.

Se perfectamente que vengarme no sigue las leyes, ellos cobraron la traición y ofensa que Boris empezó pero eso no quiere decir que me quedare con las manos atadas, no podía hacer uso de la Bratva, la deuda entre mafias había culminado pero aún podía hacer uso de Fuerza Militar Internacional Especializada para capturarlos y desquitar el dolor que causaron, es mi labor como soldado encerrar mafiosos, pues esa será la última misión que culminará en mi rango de coronel.

Estoy en el gimnasio de la central, no he sido capaz de pisar la fortaleza, no es momento para derrumbarse, no voy a perder el tiempo llorando a un muerto puedo hacer algo mejor, desquitar su muerte.

La cabellera rubia de Astrid resalta entre los hombres sin camisa que le miran las tetas y el culo cuando pasa a su lado.

-Axel, lamento lo de...

-La lastima no me sirve de nada. Hablame de trabajo, si no largo- Sigo golpeando el saco de boxeo y ella se acerca más hablando sumamente bajo.

-¿Cuándo serás el líder de la Bratva?- Detengo mis movimientos mirándola fijamente, ella se encoge de hombros- ¿O vas a elegir el título de Boss?

-Tú no sabes nada. Sería Boss si las mafias así lo quisieran...

-Junto a la Dama de la Mafia- Se a quien se refiere y me tenso.

-¿A ti quien te dijo que pertenezco a la Bratva?

-Los colombianos sueltan la lengua solos cuando están ebrios. Ellos dicen que los borrachos y los niños dicen la verdad. Supongo que tenían razón- Se cruza de brazos, gracias a Dios está conversación no se transmite por el lugar gracias a la música y ruido de los demás- Sospechaba que eras parte de algún grupo criminal, más no que lideras la Bratva junto a tú hermano.

-Mira, me he encargado de que la Bratva quede fuera del radar de la FMIE, no lo arruines o tendré que enviarte a una isla silenciando tu existencia.

-No diré nada, está bien. Es la vida de ustedes y no me voy a entrometer pero comprende que yo pertenezco a la mafia italiana y...

OBSESIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora