Pov Alessandro
*
-¿Por qué eres así de cruel?
-Mi padre me crió así...- Sorbo por la naríz el resto de cocaína- Es mi naturaleza.
Ella solo me mira con sus ojos castaños, está atada a una silla de madera con el cabello negro desordenado, sus labios palidos y secos, al igual que sus piel.
-¿Ella cuándo me va a matar?- Su pregunta me hace reír.
-Maddison no le hace favores a nadie- Le sonrió con picardía- Quieres morir...
-No...
-Si- La interrumpo- No es divertido cuando la víctima permanece calmada y feliz ante un asesino, por eso ella no te va a matar- Baja la cabeza y veo como sus ojos se humedecen.
-No soy capaz de hacerlo yo misma, soy cobarde- Suspira evitando que las lágrimas salgan- Mi vida es un asco, en serio necesito que ella no haga.
Se nota su sufrimiento, sus ganas de morir son gracias a los daños que le causa su propia familia, que lastima pero yo no puedo intervenir, la presa es de Maddy, no mía.
Los pasos firmes razonan por el desolado lugar gracias a los tacones de mi hermana, su presencia llama la atención de la jovén amarrada.
-Te vas- Es lo que dice mostrando su navaja para desatar las cuerdas.
-No, por favor- Se resiste- A ti te gusta matar, solo hazlo.
-No me apetece ahora- La desata y la jovén golpea a mi hermana haciéndola enojar.
Se lo que busca, de verdad quiere morir, que estupidez esto. Forcejean acabando con mi paciencia y solo suelto el tiro que deja a la jovén de cabello negro y ojos castaños muerta en el suelo.
-Mi madre decía que los buenos actos no acabarán con la vida de alguien- Río poniéndome de pie- Al parecer no tuvo en cuenta el caso de está jovén- Con esas palabras solo trato de justificar el que haya acabado con la presa de MAddison.
-Asesinarla no fue un buen acto- Se mofa Maddy- Lo hubiera sido liberarla del infierno del que venía y llevarla a terapia para que sanara.
Nadie en el mundo sabe que son los buenos actos, nadie sabe hacer uso de la moral, solo se dejan llevar por las masas. Si alguien en el pasado hubiera decidido que robar era un acto de buena fé, todos lo normalizan, pero decidieron que era algo malo arrebatar las pertenencias de los demás. Lógicamente a nadie le gusta que le quiten sus cosas de valor y solo por ello impusieron esa norma, aclaremos que es un ejemplo en un caso hipotético.
Eso no quita que la moral de las personas está averiada, quebrada y un tanto errónea, asesinar está mal, pero eso no impide que la ley, los que se suponen protegen a la humanidad, asesinen a alguien por ser el "villano", una escoria menos en el mundo, admito que me fascinaba ver a asesinos, ladrones y violadores siendo electrocutados en una silla, pero me hacía más gracia cuando sabía que la persona en la silla era inocente, no por la trágica injusticia que todos ciegamente aplaudían, si no por lo estúpidos que se veían los policías, militares y todo agente de la ley, creían que hacían un excelente trabajo, en su cabeza eran los mejores, y la cruel realidad es que siguieron mal las pistas, no supieron analizar y condenaban a los pobres seres con mala suerte que solo estuvieron en el lugar menos indicado y en el peor momento.
La ley es una fantasía, la justicia no existe a menos que sea conveniente para las grandes familias de élite, los poderosos, los cabecillas. Los civiles no son más que pobres diablos que se conforman con las migas sin saber que les pueden dar mucho más, ese es un tipo de manipulación bastante elaborado, en sí, es el tipo de manipulación que yo aplico con mis empleados evitando un estupido sindicato que me haga asesinar a muchos.
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OBSESIÓN
AcciónAxel Smirnov un chico Ruso de 22 años que a su temprana edad dominaba el mundo de la milicia, donde controlaba todo y a todos a su gusto, hasta que un día se encuentra con Maddison Cassano una chica Italiana de 20 años adicta a la sangre que lo hace...