Ámame como tu lo haces

Capitulo 7

Becky estuvo un buen rato entre los brazos de Freen, ella por alguna extraña razón se sentía en paz con su presencia, era algo contradictorio pensó para si misma- ya que minutos antes se había puesto nerviosa por saber que estaban las dos solas en un mismo lugar, no sabía cuál era el motivo de que una desconocida le inspirara tanta tranquilidad y a la vez sentirse protegida por el cuando solo la había visto un par de veces pero algo en ella la hacía tener ese tipo de sentimientos. Sintió como Freen le dejaba un beso en la coronilla de su cabeza y tomaba su rostro entre sus manos para mirarla a los ojos, cuando las dos se miraron ella le regaló una sonrisa y limpio sus lágrimas con sus dedos

—No fue mi intención hacerte sentir incomoda Becky, te pido que me disculpes.— el tono de voz de Freen salió algo débil, verla de esa manera hacía que su corazón sintiera con un gran pesar. Se había perdido en sus ojos cuando la escucho hablar y posar su mano en su mano para apartarla de su rostro.

— No tienes porque disculparte, soy yo que a veces reacciono mal. Soy yo la que me disculpo por esto— dejo caer los planos en la gran mesa y la miro otra vez — A veces creo que no puedo ser normal, ni siquiera ser cuerda, así que disculpa desde que has llegado a la empresa solo has visto una faceta mía dónde parezco una loca desquiciada, que vive llorando, haciendo drama, que papá vive reprendiendo, haciendo que su hermano se meta en problemas por culpa de mis locuras. Es más ni siquiera sé porque sigo acá, mejor dejo que otro arquitecto trabaje contigo...— Becky no podía parar de hablar, siempre le pasaba cuando estaba confusa y nerviosa. Freen se acercó hasta ella que había empezado otra vez a tomar sus cosas y la detuvo logrando la atención de ella.

—Becky...Primero, no pienso que estés loca lo que si pienso es que algo muy malo te paso que te lleva a actuar así, pero jamás pensaría tal cosa de ti.— le dio una sonrisa mientras le quitaba los planos de sus manos y los colocaba una vez más en la gran mesa— Segundo...No quiero otro arquitecto, te quiero a ti.— Freen dijo esas últimas palabras con su doble sentido, ella ya no se iba a negar a ella misma que esa mujer le gustaba pero tampoco se lo dejaría saber por ahora. Becky sintió el calor en su rostro, Freen era una mujer hermosa, pero el ser mujer no era lo que la frenaba era mas por que Becky ya no podía pretender nada, porque no sabía si alguna vez sería capaz de volver amar.

Ese día sin ningún percance más habían visto los planos, tomando su taza de café con la rebanada de chocolate. A Freen le gustó todo lo que ella le había propuesto, Becky era una gran profesional y se notaba cuánto amaba todo lo que hacía y eso a ella la atraía más.

Al llegar la tarde Becky se fue a su departamento y Freen se sintió satisfecha no solo porque pudo hablar de una manera menos profesional y más íntima con Becky, encontrando en ella una confesión de que además de la arquitectura le apasionaba tomar fotografías, que en sus días libres le gustan ir a un lugar alejado de la ciudad y tomar fotografías a lo que sea.

Caminó hasta la cocina para preparar algo de cenar y poder ponerse en contacto con su familia que estaba en Tailandia.

Freen.

Haber pasado gran parte del día con esa mujer me hacía sentir viva, recuerdo que ni siquiera Heidy me hizo sentir así, Heidy fue la mujer más perfecta que pensé que existía y siempre la defendía de los ataques de mi loca hermana y algunas de mamá, ellas no la querían porque decían que era una mujerzuela que lo que amaba de mi era el dinero y la posición social que le podía llegar a dar al ser mi esposa. 5 años perdidos con ella y teniendo múltiples discusiones con mamá y Luciana para después ver con mis propios ojos como mi prometida y mejor amigo cogían cómo unos animales en la misma cama que compartía conmigo. Desde ese día ya han pasado 3 años.

Saco mis pastas del microondas y me dirijo hasta la sala para hacer la videollamada mientras ceno, acomodo todo, me siento frente al computador y marco para realizar la videollamada, al tercer sonido veo que aparece la imagen de mamá con papá a un lado y a lo lejos se escucha Luciana gritar como loca que no comiencen sin ella, rio al escucharla, cuando la veo aparecer con un pote de helado y me mira con una gran sonrisa.

—Conejita de mi corazón mira que guapa estás— dice mientras lleva una cucharada de helado a su boca.

— Lulu de mi corazón, la guapa eres tú mírate que linda te ves con ese disfraz de mendiga — veo como mi padre frunce sus labios para no soltar la risa y a mamá darle un golpe en el hombro sabiendo que es lo que quiere hacer.

—¡Ya,ya.. parecen niños! ¿Cómo estás hija?— pregunta mamá, mirándome con sus ojos entrecerrados, ella es una bruja siempre sabe cuándo algo me sucede. —¿Qué pasa Freen? ¿Algo salió mal?¿Ya hablaste con esa empresa de construcción?— papá niega con su cabeza, mamá siempre es una metralleta de preguntas, inconscientemente viene Becky a mi mente.

—¡Ya mujer deja que hable¡— habla papá ganándose una mueca de disgusto de mamá

—No pasa nada malo mamá, hoy vino la arquitecta que resulta ser la hija del señor Armstrong y es muy buena— los veo que se miran entre ellos sin entender que fue lo que dije mal

—¿Es bonita?— pregunta Lulu haciendo que me ahogue con mi propia saliva. —Si, es linda...Mírala mamá se puso colorada y se ahogó la babosa— todos soltaron en carcajadas haciendo que me enoje, siempre buscan una mujer para mí, aunque no me disgusta que me quieran emparejar con Becky.

—Se suponía que íbamos hablar del hotel..— paso mis manos por mi rostro y miro a Lulu — Pero sacándote se tus dudas Lulu, SI, es hermosa no diré más.— veo como hace palmitas como niña de 5 años y se miran entre ellas, las dejo de lado y me centro en papá hablando del hotel, el sabe que le contaré cuando esté preparada.

‍​‌‌​​‌‌‌​​‌​‌‌​‌​​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌​​‌‌​‌​‌​​​‌​‌‌‍Después de una larga hora de halar con mi familia corte la llamada y me fui a dejar todo a la vajilla, mañana ya regresa el personal. Cuando me dirijo a mi habitación escucho mi móvil que suena anunciando un mensaje, lo abro y veo que es Luque

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—Señor Chankimha tengo información muy importante sobre Nop Racht. Pero lo mejor es hablarlo personalmente.

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Escribo un texto para coordinar el horario y me voy directo a la ducha, pensando en que será lo que descubrió Luque...