Capitulo 30

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Nop se encontraba guardando todos los papeles que le había entregado Guillermo Armstrong en un pequeño bolso, mientras observaba por momentos a Becky, la veía nerviosa y su mirada reflejaba el temor que a él tanto le gustaba percibir. Pero en su interior también estaba la rabia de que ella no lo mirara como lo hacia con Freen, que no se entregará a el con la misma intensidad y pasión como lo había hecho aquel día cuando la vio atreves de su computador hacer el amor con Freen.

Becky en su interior rogaba que llegarán pronto por ella, pero al pasar los minutos perdía las esperanzas .

-¿Dónde vamos Nop?- volvió a insistir.

-¡Por lo pronto al aeropuerto!- la miro a los ojos, la insistencia al saber donde irían llamo su atención. -¿Porque tanta insistencia en saber cielo? ¿Me estás ocultando algo?- se acercó peligrosamente a ella y la tomo de forma brusca el rostro causando dolor. -¡Habla!- le exigió.

-Solo curiosidad- susurro sintiendo el nudo en su garganta, sintiendo su ojos picar ante las ganas de llorar. Vio como Nop se aproximó a ella y dejo un beso suave en sus labios, haciendo que eso le provocaran náuseas.

-¡Espero que solo sea eso cielo!...Ahora bien haz rápido todo, voy cargando lo necesario.- salió de la habitación dejando a una mujer con su corazón bombeando más de lo normal. Abrio los cajones de todos los muebles necesitaba algo con que escribir, si alguien no llegaba debía dejar algún dato de ella, solo sabía que irán al aeropuerto y sospechaba que su padre estaba con él.

Recordó su bolso y que en el tenía un labial rojo, corrió al baño y escribió en el espejo.

"Nos dirigimos al aeropuerto, luego no se... Vigilen a papá, el sabe, lo sé!!! POR FAVOR NO DEJEN DE BUSCARME "

Miro su mensaje y rogo al cielo que lo lean, limpio sus lágrimas y salió de ahí rumbo a dónde estaba Nop. Lo encontró terminando de cargar un pequeño bolso y abrió la puerta del copiloto para que ella ingresará.

(****)

Narra Becky:

Miro en todas las direcciones y lo único que encuentro es el bosque donde está situada está mugrosa cabaña, Nop abre la puerta del auto, no quiero ingresar tengo tanto miedo y tanto dolor en mi pecho. Siento que me estoy despidiendo para siempre de todos los que amo.

Freen no llegó, quizás ya se dio cuenta que no sirvo, que no soy buena, que estoy tan rota que no valgo la pena.

Seco las lágrimas de mi rostro e ingreso al auto, veo como el se coloca a mi lado.

-Seguridad cielo- siento tantas náuseas con solo escucharlo, estoy haciendo todo lo posible para no hacer algo que lo enoje y me golpee. Coloco el cinturón de seguridad y el pone el auto en marcha, miro en todas las direcciones con la poca esperanza que me queda.

-¿Porque lloras? Deberías estar feliz, nos marchamo lejos de todos ellos.- no hablo, seco mis lágrimas y lo miro encontrándome con sus ojos verdes, si tan solo no fuera tan maldito seguiría enamorada de él y no estaría muerta de miedo. Muero por decirle que lloro porque me está alejando de la persona que me había devuelto las ganas de vivir, de amar, pero eso sería despertar el monstruo y la que saldría perdiendo sería yo.

-Si...Lloro por eso Nop...Por la felicidad de irme contigo-digo con sarcasmo, mientras miro al frente y siento como su mano sujeta mi pierna, cierro los ojos con fuerza. Debo aceptar está mierda. -¿Cuando has sacado los boletos de Nop?- me mira con una sonrisa ladina.

-¡Oh no cielo! ¿Sabías que tú padre tiene un privado que nadie sabe que es de su propiedad?- lo miro para nada sorprendida, nada de ese hombre me sorprende. Pero de todas maneras niego con mi cabeza -Bueno ahora lo sabes, nos iremos en él...Mi suegro me estuvo ayudando siempre en todo- dice con orgullo.

Maldito Guillermo Armstrong, malditos los dos, maldita la vida. Vida que ya no la quiero, ya no quiero esta puta vida -me digo una y otra vez- Soy una maldita cobarde, yo sola me expuse, yo le di el momento justo para alejarme de todos.

Cierro los ojos y a mi mente se vienen sus ojos, ese color miel con vetas verdes que me transmiten tanta paz, ¿Por qué me negué a contarle?.

Luego de unas horas me hace bajar del auto y me extiende una gorra negra, me la coloco y caminamos hasta las puertas dónde está la pista. Busco las cámaras desesperada, se que por todo el lugar están, debo dejar ver mi rostro. Miro a Nop que habla con unos empleados. Quito mi gorra, despejó mi rostro y miro directo a la cámara que encuentro. Muevo mis labios para que puedan leerlos "Papá sabe todo" . Coloco la gorra y camino hasta Nop.

Dos horas despues:

Veo a Nop ponerse de pie, ya vamos volando, ya estamos lejos de todas las personas que amo. Siento un nudo en mi garganta, quiero vomitar, siento mi estómago revuelto. Veo que se pone frente a mi y extiende sus manos, se que quiere que las tome pero yo no quiero sentir su tacto.

-¡Vamos, ponte de pie ahora!- me habla con un tono frío, generando miedo en todo mi ser. Con manos temblorosas me coloco de pie y me quedo sin mover un musculo a su lado, soy diminuta a su lado, mantengo mi vista en los pies no quiero mirarlo. Siento como toma con fuerzas mi brazo y me jala hasta la habitación, no pongo resistencia ya no, eso solo haría que me lastime más. Desde la primera vez que me puso una mano encima, el fue así. Estábamos bien hasta que su lado bipolar salía y yo era la que sufría las consecuencias

Me arroja a la cama de forma brusca, siento como por dentro mi cabeza comienza a doler por el movimiento tan fuerte.

‍​‌‌​​‌‌‌​​‌​‌‌​‌​​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌​​‌‌​‌​‌​​​‌​‌‌‍-¿Sabes cuántas putas tuve que cogerme pensando que a la que le metía mi pene era a ti?- solo respondo negando con la cabeza, siento como empuja su pelvis haciéndome notar su erección. No quiero esto, no lo deseo, pero se que me tomara de todas maneras. -Muchas Becky y ahora que te tengo te cogeré, dejaré que mi semen llene todo tu interior para borrar lo que esa hija de puta hizo en ti- su lengua recorre mi cuello hasta el lóbulo de mi oreja, sube la falda de mi vestido floreado su contacto solo me provoca asco y estar en alerta. Siento mis ojos inundados de lágrimas, por lo que los cierro y traigo a mi mente esos pocos momentos que viví con Freen, los mejores momentos que tuve. Imagino sus besos, sus caricias antes de hacerme el amor, porque eso es lo que ella me hacía sentir y ya no negare más que me enamore de Freen Chankimha, algo tarde reconocerlo pero usaré esto para ser tomada por Nop sin sentir asco, porque si eso sucede me terminará golpeando. No sé en qué momento he quedado sin nada de ropa, siento sus manos bajar por mi vientre, llegando a mis pliegues pasea su dedo índice sobre mi centro. Cierro con fuerza mis ojos y sujeto las sábanas en mis puños, no quiero mirarlo, así lograre imaginar que es Freen.

-¿Qué pasa que estás tan alterada cielo?- no respondo, solo cierro más mis ojos. No me prepara como se debe, no me siento lubricada, el jamás se toma esas molestias conmigo.

Escucho como baja el cierre del pantalón y como su cuerpo se deja caer sobre mi, siento su asqueroso pene en mi entrada

-¡ABRE TUS PUTOS OJOS Y MIRA A QUIEN LE PERTENECES!- jala de mi cabello y abro mis ojos sin dejar de pensar en Freen, cuando sus ojos hacen contacto con los míos, de una sola estocada invade mi interior, haciendo que mi rostro se inunde de lágrimas.

Se mueve con brusquedad en mi interior, siento como mi vagina arde y duele, dejo de sujetar las sábanas dejando mi cuerpo laxo ya no siento nada, o si... Si siento vacío eso siento.

Escucho los jadeos de Nop, lo siento insultarme y su mano alrededor de mi cuello cortando el aire, muerde mis pezones, siento el ardor en todo mi cuerpo, siento... Siento el dolor y el vacío.

-¡Tan rica como siempre!- susurra en mi cuello mientras lo siento venirse en mi interior, sus fluidos bajan por mis piernas, solo satisface sus necesidades.

Cierro mis ojos y dejo salir un sollozo, mi mente solo reproduce a la persona que me hizo sentir lo más parecido al amor y ser valorada.

-Freen- susurro, pero se que lo dije lo suficiente alto para que el lo escuché porque dejó de sentir el peso de su cuerpo para sentir como un puño cae sobre mi rostro haciéndome ver todo negro.

Ojalá y este muriendo...

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora