Capitulo 29

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Narra Becky:

Me encontraba amarrada en una silla, según Nop debía salir para unos últimos detalles para nuestra partida, pero no podía llevarme con el por lo que ahora me encuentro encerrada bajo llave en este asqueroso lugar, eh estado tantas horas en la misma posición que ya no siento mis manos, ni mi trasero, me duele el cuerpo, el rostro me está comenzando a doler otra vez ya que el efecto del analgésico se está yendo.

Cierro los ojos, ruego a Dios o al universo como dice Bea para que logren localizarme. Juro que si me encuentran no volveré a irme sola a ninguna parte -Y sobre todo habla- me dice esa voz que siempre me suelta la verdad sin pelos en la lengua. Se que tiene razón, que esto debí hablarlo antes de fuera peor.

Pero la mayor parte del tiempo sentía que merecía esto, que quizás este era mi destino. Porque si yo cedía a lo que él siempre pedía o le daba la razón quizás no me agredía o si lo hacía era una simple bofetada. Me río de mi propio pensamiento, creo que estoy loca al pensar eso o soy una hipócrita, me canse de hablarle a mamá para que dejara a papá y yo pretendía seguir su mismo camino, aconsejaba a mi madre cuando yo vivía lo mismo que ella.

No sé cuánto ha pasado, pero logro escuchar el motor del vehículo. Llegó, no se si alegrarme o asustarme, me mantengo en calma no se con que estado de ánimo vendrá.

Lo veo ingresar con unas bolsas que supongo son alimentos, no me mira y no se si agradecer o asustarme . Deja un sobre de color madera sobre la isla de la cocina. Pasa junto a mi pero es como que no existieran ¿Qué carajo le pasa? Necesito urgentemente que suelte mis manos y pies, siento que en cualquier momento me voy a orinar encima. Escucho ruidos en la habitación y vuelve a salir y al fin me mira, sonríe y se aproxima hasta mi.

-Bien cielo ya estamos a nada de irnos para siempre lejos de toda esa gente que me quiere robar tu atención - trato de que mi rostro no refleje lo que estoy sintiendo en mi interior.

Se pone detrás de mi y comienza a desatar la cuerda con la que había amarrado mis manos, siento que hace un pequeño masaje en mis manos y deja una beso en cada una de mis muñecas, eso solo provoca asco en mi, siento como unas náuseas se apoderan de mi, pero intento reprimir todo.

-¿Dónde nos iremos Nop?- vuelvo a preguntar con la esperanza de que me brinde información.

-¡Ya te dije lejos de aquí... Será sorpresa!- suelta la cuerda de mis pies sin dejar de mirarme, siento que a cada momento busca la mínima falla en mi y así hacer lo que mejor le sale golpearme.

-Solo quería saber dónde será mi próximo hogar - sigo insistiendo, se pone de pie mirándome fijamente y sujeta mi rostro con algo de fuerza causándome dolor en mis recientes heridas.

-¡Dije que sería sorpresa!... Deja de provocarme -

-¡Lo siento!- digo fingiendo sumisión, estoy casada, siento que mientras más pasan las horas menos posibilidades de ser encontrada tengo.

-Bien... Prepara algo para cenar muero de hambre - y así sin más me deja sola, mientras lo veo dirigirse a la habitación.

Creo que es lo mejor, solo ruego que me encuentren y sino que en algún momento o en un descuido de él pueda huir.

(****)

En la Ciudad:

Habían preparado todo para dirigirse a dónde estaba Becky, Bea había estado en casa de Freen en busca de información necesitaba saber de su amiga y Richie se la negaba para que en un arranque de locura no saliera en su búsqueda, él sabia perfectamente como era la castaña. Nada le importaba, era impulsiva y más cuando se trataba de cosas como las que estaba viviendo su amiga.

Era de madrugada cuando todos emprendieron viaje hasta la propiedad donde emitía la señal el móvil de Becky. Habían solicitado unos agentes de la policía, Luque sabía que Nop tenía informantes porque lo que fueron a un centro policial dónde no habían aparentemente oficiales que los involucraban con Racht.

(****)

Eran las 4 de la madrugada, Nop estaba desesperado quería irse lo antes posible, según Guillermo Armstrong, el pendejo de Richie andaba extraño. Y eso para él fue una alarma, aunque agradecían tener el apoyo del infeliz de Guillermo, ese maldito lo ayudaba en todo. Pero pronto se cobraría con aquella desgracia. Lo dejaría sin nada.

Miro a Becky dormir, y al verla así a su mente vino lo que había visto aquel día desde su computadora, la había visto entregarse a Freen de una forma que con el jamás lo había hecho, la había visto disfrutar y no solo eso sino que su rostro, las miradas y caricias que le brindaba a esa Mujer que él veía como una intrusa que se había entrometido entre ellos desde que había llegado.

Recordó como Freen había impedido aquel día que el se hundiera en el tibio interior de Becky, en aquella sala de juntas. Sintió como la ira comenzaba a correr por su sistema, por lo que camino hasta la orilla de la cama y sin dudarlo la despertó bruscamente tomándola de uno de sus brazos.

Becky despertó acelerada, con la adrenalina recorriendo todo su cuerpo, aún perdida, en medio de la oscuridad pudo ver los ojos inyectados en furia. El temor recorrió su cuerpo, no sabía que había sucedido, cuando se durmió el había estado tranquilo y hasta se había dormido a su lado.

-¡Despierta maldita y prepárate que nos largamos ya mismo de aquí!-

El tono de voz en aquel hombre, hizo que ella sintiera temor, con su cuerpo tembloroso se sentó sobre la cama dispuesta a seguir sus órdenes ya había decidido ser sumisa para no ser golpeada o algo peor.

‍​‌‌​​‌‌‌​​‌​‌‌​‌​​​‌​‌‌‌​‌‌​​​‌‌​​‌‌​‌​‌​​​‌​‌‌‍Rogaba con todas sus fuerzas que llegarán por ella, aunque sus esperanzas cada vez eran menos.

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora