Capitulo 13

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Becky dormía placenteramente entre los brazos de Freen, mientras Ella la observaba detenidamente cada rincón de su rostro, pudo apreciar una pequeña cicatriz en su frente, paso su dedo índice por la marca haciendo que ella se remueva en sus brazos, abriendo lentamente sus ojos.

—¡Buen día muñeca! — la vio sonreír y pegar su nariz sobre su pecho, no iba a negarse a ella misma que tenerla así, en su cama no hacía que su cuerpo tuviera alguna reacción, porque sería una cruel mentira, tenerla entre sus brazos sin haber dejado que sus instintos y deseos la manipular fue una cruel tortura para Freen.

—¡Buenos días Freen! ¿Cuánto hacía que estabas despierta?— se sentó en la cama afirmando su espalda sobre el respaldar de la cama.

— Hace un buen rato, verte dormir es placentero... ¿Desayunamos?—

—¡Si... Muero de hambre!— a Freen le encantaba verla más relajada y más suelta con ella, eso le saco una sonrisa, estiró una de sus manos hasta el cabello alborotado de ella y se lo acomodo detrás de su oreja.

— Debe ser un desastre— soltó una risita Becky mientras acomodaba su pelo alborotado, tocó su rostro la noche anterior no se había ni siquiera desmaquillado —¡Dios debo parecer un mapache!— se quejo mientras pasaba sus manos bajo sus ojos, mientras escuchaba la risa ronca de Freen—¡No te rías.. Claro cómo tú luces bien de la forma que sea te burlas de mí— río junto con ella y a la vez le daba un pequeño golpe en forma de juego en uno de los hombros.

—¿¡Así que soy apuesta eh!?— Becky hizo un gesto con su cara ante el comentario de Freen y rio mientras se ponía en pie cuidando que el pantalón no se le callera, camino hasta el baño y antes de ingresar le dijo.

— Y encima eres una vanidosa señora Chankimha— cerro la puerta del baño dejando a un Freen con una enorme sonrisa, sintiéndose feliz de verla tan suelta con ella. Se puso de pie, tomo una muda se ropa de su closet y se fue a ducharse al baño de la habitación de invitados. Una vez en la ducha no podía quitarse de la cabeza el rostro de Becky y vino a su mente su pulsera con la frase grabada -tu aura me da luz- una gran sonrisa se plasmó en su rostro, estaba siendo luz para esa muñeca que estaba ansiosa por tenerla por completo para ella.

Por otro lado Becky estaba encerrada en el baño mirándose al espejo, se vio su rostro resplandecer, se notó diferente y se sintió diferente cuando ella sintió la leve caricia sobre su frente, tocó dónde el le había tocado observo su cicatriz, así estaba ella tanto por dentro como por fuera con cicatrices, pero ella quería dejar eso atrás, quería sentirse viva y así era como se sentía cuando estaba al lado de Freen, al lado de esa mujer que llegó inesperadamente a su vida, -Freen Chankimha- susurró sonriendo ampliamente, se quitó la ropa y se metió bajo la lluvia cálida de la ducha.

Luego de salir de la ducha y cambiarse se dirigió hasta el primer piso del departamento, siguiendo el sonido de las voces que se escuchaban desde la cocina, cuando llegó se encontró a Freen hablando con la señora que los había atendido la noche anterior, ingreso al lugar y saludo para hacerse notar.

—¡Buenos días..!— las dos se giraron para mirarla y la mujer de edad avanzada le regaló una amplia sonrisa

—¡Buenos días mi niña! Que placer saludarte, mi nombre es Sara—

—Hola Sara, yo soy Becky, pero solo dime Bec— las dos mujeres se sonrieron ante la atenta mirada de Freen, quien se acerco a ella y le dejo un beso en la frente.

—¿Desean desayunar?—

— No te preocupes Sara, ve hacer tus cosas tranquila yo me encargo— la mujer mayor se retiró dejándolas solas. Freen quería pasar ese domingo con ella pero primero debía consultarle si ella lo deseaba.

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora