Capitulo 8

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Nop.

Entro en mi despacho y me siento frente a mi computador y mientras se enciende miro la pizarra con todas las fotografías de los Armstrong.

Una vez que se enciende ,comienzo a mirar todas sus cuentas y hago movimientos de dinero hasta una cuenta fantasma que abrí para ir enviando todo el dinero que voy sacando de a poco de esa empresa , quiero ver a la familia Armstrong destruida, que Becky sea la única en ser protegida por mí, porque sino correrá con la misma suerte si sigue empecinada en tenerme lejos, gracias a mis contactos en la policía la denuncia que ella me puso se logró desaparecer gracias al cretino de mi primo con su conjunto de policías corruptos.

Enciendo un cigarrillo, lo enciendo, le doy la primer calda mientras cierro todas cuentas me voy a mis videos guardados pero sobre todo el que mas me gusta ver es el vídeo que logré obtener del día que hice mía a Becky, siento como mi miembro cobra vida, desató mi pantalón y saco mi duro miembro erecto dispuesto a saciar mi necesidad de penetrar a esa zorra... -pronto volveré a penetrarte maldita-...

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Becky estaba organizando todos los planos y demás materiales que iba a seguir utilizando para el proyecto del Hotel Arcobaleno, ese era el nombre que llevaría el hotel de Freen Chankimha, habían creado diseños hermosos, con hermosos jardines llenos de variedades de flores y rosas, un bar y restaurante en el mismo hotel, había usado colores claros para la decoración ya que lo que le daría vida a ese hermoso lugar eran las flores.

Habían pasado dos semanas desde que había estado en el departamento de Freeb, habían intercambiado uno que otro mensaje pero aún no habían acordado una nueva junta, por lo que Becky estaba recolectando todo el material nuevo que había escogido para el gran hotel y poder coordinar una reunión, la cuál no se iba a realizar en la empresa de su padre, ella había decidido que terminaría ese proyecto en la comodidad de su departamento ya que siempre que llegaba a la empresa Nop la acosaba y ya no quería seguir siendo el chisme de los empleados de ese lugar que solo hablaban porque el aire era gratis. Bea había accedido a ayudarla con todo lo que necesitará de la empresa o lo que ella ocupara, su amiga era un ángel en su vida y se sentía más que apoyada por ella, ya que habían pasado por situaciones algo similares.

Así pasaron las horas dónde ella embalo todas sus pertenencias y salía de ese lugar con la frente en alto, siendo el chisme del momento y para muchas la zorra que se creía la gran cosa, algunas mujeres veían a Nop como el pobre hombre que ella utilizaba.

En presidencia se encontraba Guillermo Armstrong y Nop Racht. Nop necesitaba seguir con su manipulación con el viejo, necesitaba poner en contra al patriarca con sus hijos, hacerle creer que todo lo malo que pasaba ahí era culpa de Richie y seguir enredando esa telarañas para el quedarse con la fortuna, Becky y sacar del medio a todo el que se interpusiera en sus planes.

—Guillermo creo que todo lo que falta en dinero o material, Richie es el que está haciendo algo mal— dijo con maldad, para que ya todo se pusiera en marcha y así lograr su objetivo.

—Estoy seguro que si, ese bueno para nada no debe servir ni para cogerse una hembra— dijo despectivo el patriarca Armstrong —Ni siquiera sé da cuenta que la muchachita está la zorrita de mi secretaria anda tras sus pelotas— dijo con burla el hombre, pero sin saber que esa información le estaba siendo dada a un bastardo que todo usaría para su beneficio. Nop sonrió con burla siguiéndole el juego al hombre y un brillo de maldad se reflejo en sus ojos -asique la zorra de Bea anda tras Richie- pensó para si mismo

—¡Interesante!...— hablo mientras su mente macabra comenzaba a idear alguna maldad —Creo que esa zorra más que detrás de el es tras su billetera —los dos hombres soltaron unas carcajadas cargadas de maldad, Guillermo Armstrong creyendo que en ese muchacho tenía un cómplice cuando la realidad era que tenía un enemigo.

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Ese mismo día por la tarde Becky se encontraba en su departamento esperando a Freen junto a un amigo recién llegado de Italia que era abogado de la familia Armstrong , firmarían el contrato que habían pasado por alto a causa de todos los hechos que habían ocurrido durante esos días, Becky terminaba de colocar unas carpetas sobre su mesa y encender la cafetera cuando el timbre sonó, camino hasta la puerta nerviosa. Ese día ella había escogido vestir un pantalón de satén negro, con una blusa salmón, había dejado su cabello suelto y lacio. Seco sus manos sobre su pantalón antes de abril la puerta, respiro profundo y plasmó una sonrisa en sus labios.

—¡Buenas tardes! — dijo mirando a las dos personas frente a ella -¿Todas las personas son así de hermosas allá en Tailandia?- pensó y rio internamente — Pasen, por favor — se hizo a un lado pero dejamos pasar.

— ¡Buenas tardes Becky, que gusto volver a verte!— dijo Freen mientras la miraba detenidamente, estaba más hermosa que la última vez que la había visto—Te presento a mi amigo y abogado de mi familia el señor Nicolás Rinaldi— el hombre de traje elegante saludo a Becky con un pequeño apretón de mano y Becky les dio paso a su departamento, cuando Freen paso por su lado se detuvo la miro con una sonrisa y le extendió un pequeño paquete dorado y le dejo con beso en su frente después de que ella lo sujeto.

Cuando le dieron la espalda Becky abrió un poco el paquete para ver qué era, se encontró con una barra de chocolate, quiso saber si era de su maraca preferida pero no tenia tiempo para verlo, sonrió al darse cuenta de que ella había recordado lo que le comento sobre su fanatismo por el chocolate.

Habían pasado gran parte de la tarde los tres reunidos, eso de las 15:00hs Nicolás tuvo que abandonar la reunión ya que debía ir a ver otros trámites legales.

—Muchas gracias por el presente Freen, no te hubieras molestado.— le regaló una sonrisa que para Freen era todo lo que estaba bien en ese momento.

—No fue ninguna molestia, si por cada chocolate que te regale me das esa sonrisa— menciono con una amplia sonrisa y le guiño un ojo, haciendo que ese acto hiciera sonrojar a Becky.

—Quiero probarlo ahora... Haber si estuviste muy atenta a la hora que dije cuál era el tipo de chocolate que me gustaba— se puso en pie para tratar de disipar esa vergüenza que le había causado las palabras de Freen, camino hasta la cocina sin ser consiente de que ella la seguía, llegó hasta la isla que tenía en la pequeña cocina, cuando giró dio un pequeño salto del susto al tenerla tan cerca —¡Mierda!— grito, haciendo que Freen soltará una pequeña risa y más risa le causó el rostro enfurecido de Becky por haberse burlado de ella.

—¡Lo siento!...— soltó una carcajada —No fue mi intención, ya relaja ese entrecejo pareces un duendecillo enojado— paso sus dedos por el entrecejo de Becky mientras que con su otra mano le quitaba el paquete de chocolate. —Veamos estoy muy seguro que di con tu chocolate preferido — abrió el envoltorio del chocolate, ante la atenta mirada de Becky, cortó un trozo de chocolate y la miro—Ahora quiero que cierres los ojos y abras la boca— Becky frunció el entrecejo.

—¿Y cómo porque yo tendría que obedecer?— dijo Becky algo confundida ante la actitud de ella y avergonzada al sentir su cuerpo tan cerca del de ella.

—Solo confía en mí, quiero saber si logras adivinar con solo probar un trozo de chocolate, si es tu preferido— puso el trozo de chocolate delante de su boca y le ánimo para que abra su boca.—¡Vamos anda! ¡Confía en mí!— Becky respiro profundo, la  miro a los ojos un momento y cerro los ojos abriendo un poco su boca.

Freen la observó por un momento, era hermosa, su piel se veía suave, sus mejillas sonrojadas y sus labios en color rosa, la llamaban para ser besados. Sintió su corazón acelerarse y deseaba besarla o tocar su piel, llevo el chocolate hasta su boca y lo dejo caer dentro de ella, vio como ella saboreó y una vez que lo comió paso su lengua por sus labios y abrió sus ojos para mirarla a los ojos con una sonrisa. - Ella si había recordado cuál era su chocolate favorito - pensó para si misma.

—Si lo es gra...— no pudo terminar su oración cuando sintió las manos de Freen en su rostro y unió sus labios con los suyos, Becky sintió como su corazón se aceleró y su aire le faltaba, pero por una razón desconocida no le molestaba su tacto.

Freen se sentía en las nubes al probar esos labios, la deseaba, sentía su corazón latir fuerte y su respiración acelerada. Cuando reaccionó ante lo que había hecho se aparto de ella mirándola y dándose cuenta que se sentía de la misma manera que ella, pero aun así sintió terror de que ella la rechacé y de que la vea con malos ojos...

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora