Capitulo 33

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Después de haber organizado todo para que Giana regresara a la mansión, la mujer decidida se despidió de su hijo que solo había aceptado aquella locura porque su madre no entraría en razón, menos al saber que Becky se encontraba en manos de aquel desgraciado.

- Mamá por favor ante cualquier cosa pide ayuda, la casa tendrá gente que estará cuidando de ti - la preocupación era palpable para todos, sabían la clase de hombre que era Guillermo Armstrong y en los últimos días se habían enterado de más cosas horribles de el.

- Tranquilo hijo, ya no le temo a tu padre- todos los presentes miraban a la mujer con dolor, ella había pasado prácticamente toda su vida sometida a la violencia desenfrenada de su esposo. Y era por eso que ella había decidido ir a la boca del lobo, ella necesitaba ayudar a encontrar a su hija, no quería que viviera la misma vida que ella.

La mansión Armstrong se destacaba en aquellas villas de gente adinerada por su gran jardín de hermosas flores.

Giana bajaba del taxi en el que había decidido ir para seguir de acuerdo al plan que Luque le había informado. Camino con pasos firmes hasta la puerta color caoba e ingreso sin llamar, esa era su casa y debería actuar que llegaba a aquel lugar por decisión propia actuando como era de costumbre.

Dejo su pequeña maleta a los pies de las escaleras y camino hasta el despacho donde solía estar su esposo. Sentía su corazón latir demasiado fuerte, no por miedo ella ya no le temía aquel hombre ya estaba acostumbrada, estaba nerviosa y ansiosa porque pronto pudiera obtener información sobre su hija.

Dio unos pequeños golpes en la puerta y espero hasta que la voz ronca de su esposo se escuchó del otro lado de la puerta dándole permiso de ingresar.

- Guillermo - lo llamo, haciendo que el despegará los ojos de unos papeles y clavara sus ojos en ella. Vio como la recorrió por completo, poniéndose de pie y caminar hasta ella rodeándola cómo siempre lo hacía, como si estuviera acechando a su presa.

-¿A qué debo la agradable visita de mi asquerosa esposa? - le hablo como siempre lo hacía. - ¿Ya se canso tu patético hijo de tenerte en su casa?- se puso frente a ella y la miro con burla.

- Claro que no... Regrese porque este es mi lugar- rogaba al cielo que su esposo le creyera y no sospechara nada sobre el regreso a su hogar.

-¡Bien si eso es lo que quieres!. Eso sí no quiero a tu hijo en esta casa.- se gira para volver a su silla. -Y ya vete que me fastidia tu presencia -

Sin decir más Giana se va, para acomodar sus pertenencias en aquella habitación que había compartido con aquel hombre.

(****)

Freen se encontraba en su departamento, hacía unos días habían llegado sus padres y su hermana. Estaba sola en su despacho pensando en ella, no tener al menos una mínima pista lo estaba desesperando.

Estaba con sus ojos cerrados, recordando los pocos momentos que había pasado con su muñeca.

Un golpe en la puerta la sacó de sus recuerdos, vio ingresar a su padre.

- Hija ¿Se sabe algo?- pregunto su padre.

- Nada padre...Giana apenas lleva unas horas en aquella casa, por el momento debemos confiar en que ella logré conseguir información-

-¿Qué sientes por ella hija?- Lucio deseaba que ella volviera a enamorarse ya que después de esa decepción que tuvo en el pasado la habían transformado en una mujer fría.

-¿Crees en el amor a primera vista papá? Porque eso es lo que yo siento por ella, desde ese día que la vi...- miro a su padre recordando como fue la primera vez que la había visto, no fue un buen encuentro, pero a ella la había cautivado.

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora