Capitulo 12

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Nop al ver que Freen giro al lado contrario del departamento de Becky se enfureció, él quería de una vez por todas someter a Becky, su obsesión crecía a cada instante y ya hasta el deseo de vengar a su padre había quedado en segundo plano, Becky siempre fue su obsesión desde la universidad y luego todo se acomodo a su favor cuando se dio cuenta que el hombre que había desgraciado la vida de su padre era en progenitor de su dulce y deliciosa obsesión, todo iba bien hasta ese maldito día.

No iba a permitir que una cabrona recién llegada le robara su Becky.

Cuando giró en la misma dirección que ellas se dio cuenta que en vez de ir a la zona donde vivía Becky, estaban regresando a casa de Freen.

—¡Maldita...Mil veces maldita!— golpeó con sus puños el volante y las siguió, sabía que probablemente la habían descubierto pero nada le importaba.

—¡Quizás te salves hoy pequeña zorra, pero no siempre estarás acompañada!— vio como ingresaban otra vez a la propiedad de Freen y decidió bajar la velocidad para pasar frente a ellas sin temor a ser visto, bajo la ventanilla del auto y miro fijamente a la mujer que se había convertido en su obsesión.

Cuando Isa miro en dirección a la calle lo vio, sus miradas se cruzaron, logrando que un escalofríos recorriera el cuerpo de Becky, ella sabía que ese infeliz no se quedaría de brazos cruzados, ella recordaba sus palabras.

(***)

Cuando ingresaron al interior del departamento Freen le quitó el bolso de las manos a Becky y la ayudo a quitarse el abrigo, sintiendo su cuerpo temblar, dándose cuenta que algo más escondía ella, no podía tenerle tanto miedo solo porque el infeliz del ex las había visto, pero no preguntaría dejaría que ella siguiera abriéndose a ella como Becky lo viera conveniente, de lo que si estaba segura era de que la protegería cueste lo que cueste.

—Ven vamos a prepararte un té— coloco su mano en la espalda de Becky, logrando con ese acto que ella diera un pequeño salto asustada, ella estaba en alerta, con miedo y perdida en sus pensamientos que esa acción de Freen no se la esperaba —¡Hey... Tranquila soy yo!... Vamos te daré un té para que te relajes— caminaron juntas hasta la cocina, la ayudo a sentarse en una de las banquetas de la isla y la dejo ahí mientras preparaba un té que siempre tomaba su madre cuando andaba nerviosa.

Becky mientras veía como Freen se movía por la cocina su mente no paraba de pensar, de imaginar lo que quizás podría hacer Nop, tenía miedo, no quería que ese infeliz le hiciera daño a esa mujer que tenía frente a ella, no quería ser ella la culpable de que el saliera dañada. Pero tampoco quería alejarse de Freen, no quería y no podía. Freen para Becky se había convertido en alguien muy especial en tan poco tiempo, es que los sentimientos no se miden por la cantidad de tiempo que uno se conoce y ella sentía que a esa mujer la conocía desde hace mucho, sin saber el porque ella confiaba en Freen, hasta estaba considerando en contarle todo sobre ella, de hablar cosas que con su hermano no podía confiar gracias al temperamento de Richie.

Becky se sintió nerviosa y de un momento a otro comenzó a sentir como empezaba a fallar su respiración, paso sus uñas por su cuello, se sentía con pánico, se sentía observada por Nop y tenía miedo. Freen giro con el té en sus manos y lo coloco en la isla, observando como Becky pasaba sus uñas en su cuello, la noto tensa y temblorosa, por lo que decidió acercarse más a ella y tomar sus manos.

—¡Hey muñeca!... Tranquila no te lastimes, mírame Bec— sujeto sus manos entre las suyas regalándole leves caricias. — Mírame Bec, respira— Becky la miro a los ojos perdiéndose en el color mil de ellos y notando una mezcla de miel y verde en ellos, concentrándose en ella comenzó a respirar con tranquilidad, pero aún así no lograba controlar su ansiedad...

Ámame como tu lo hacesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora