23 de marzo de 2020 - día 33 (parte 1)

49 7 0
                                    







––––––––––


Un suave golpe en la puerta de Mina detuvo a la chica en seco.

Miró la figura dormida de Momo en la cama contigua a la suya, con pánico mental ante la idea de despertarla. Aun así, se apresuró a abrir la puerta, encontrándose con la sonrisa de Chaeyoung frente a ella.

"¿Es en serio?" susurró Mina, jugueteando incómoda con las manos. Chaeyoung miró a Momo y luego a Mina con una sonrisa despistada.

"Es nuestro último día aquí, vamos. Quiero meter los pies en la arena."

La costa hawaiana, con sus olas ondulantes y sus aguas cristalinas de color turquesa, había sido un lugar muy atractivo durante los dos días anteriores; sin embargo, las chicas no habían podido disfrutar de nada de ello, según la rutina habitual de la gira. No era más que una parada en el camino, y al igual que en otros lugares, no se les permitía salir de las habitaciones de hotel si no era para llegar al lugar del concierto; era una medida de seguridad que todos los grupos de k-pop seguían durante las giras, especialmente en el extranjero, y las integrantes de TWICE tampoco eran ajenas a ella.

Esta vez, sin embargo, estar atrapada en la hermosa isla de Maui había hecho que Chaeyoung se sintiera inexplicablemente inquieta. Debía marcharse a la mañana siguiente y ansiaba sentir el aire fresco y salado del océano en su piel y la aterciopelada arena blanca bajo sus pies; aunque solo fuera por unos minutos, quería ir a la playa y pasar un rato tranquilo fuera de las limitaciones del aburrido -aunque lujoso- hotel.

"Si los managers se enteran–" Mina empezó, pero se detuvo cuando Chaeyoung le agarró la mano. El tacto de la joven calmó las preocupaciones de Mina casi al instante, dejándola aún más indecisa sobre qué hacer. Ella también había estado admirando el paisaje oceánico, deseando poder disfrutarlo plenamente; aun así, si Chaeyoung no le hubiera enviado un mensaje de texto un par de minutos antes para presentarle su plan, Mina nunca se habría planteado desobedecer las normas de la empresa.

Ahora que la joven estaba frente a ella, luciendo una sonrisa tranquilizadora y esperando seriamente una respuesta positiva, Mina ya no estaba tan segura.

Finalmente suspiró y se dio la vuelta para recoger su abrigo.

Chaeyoung estaba radiante cuando ambas cruzaron el vestíbulo del hotel y salieron a pasear al aire cálido del atardecer, camino de la playa.

Como aún no había llegado el frío propiamente dicho, las calles bullían de gente de todo tipo. Turistas y lugareños aprovechaban la suave brisa para pasear junto al mar, charlando y riendo mientras devoraban cucuruchos de helado y todo tipo de sabrosa comida callejera.

Mina sintió que su tensión se disipaba poco a poco, incluso se unió a Chaeyoung cuando esta se dirigió a un puesto de mochi frito; las dos compartieron una caja de seis piezas mientras continuaban su camino hasta donde terminaba el sendero pavimentado y comenzaba la playa blanca y ondulada. Siguieron caminando, rozándose los hombros mientras las luces de la ciudad se desvanecían a sus espaldas y el rumor del agua ocupaba el lugar del alegre ruido de fondo de la multitud.

Cuando la pareja sintió que el suelo se volvía más firme bajo sus pasos y el aire estaba lo bastante húmedo como para sentir el sabor de la sal, Chaeyoung sacó una pequeña toalla de su mochila, la depositó en la arena e indicó a Mina que tomara asiento.

No hablaron.

Como si decir alguna palabra no tuviera sentido, dado que todo en ese momento era claro y obvio.

Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora