Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓN

12 de marzo de 2020 - Día 25 (parte 2)

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Changbin tardó un tiempo sorprendentemente largo en darse cuenta de que Felix había desaparecido.

Entre la confusión de los recién llegados que se instalaban en el tercer piso, y todas las habitaciones en constante zumbido de gente entrando y saliendo, la ausencia del chico rubio había conseguido pasar desapercibida durante toda la tarde. No ayudaba el hecho de que el grupo de supervivientes seguía dividido en dos -sin medios de comunicación-, y la falta de presencia de Felix era asumida por ambas partes como debida a que estaba con otra persona.

Sin embargo, tan pronto como la segunda mitad del pelotón llegó a JYP, se hizo evidente que el chico no estaba por ninguna parte. No solo eso, sino que la última vez que se le había visto había sido un día y medio antes, cuando había salido furioso del edificio para intentar ayudar a Jihyo y Chaeyoung.

Jisung y Changbin fueron los primeros en darse cuenta, la realidad de su situación les golpeó como una ducha fría; las chicas siguieron su ejemplo en su pánico, inmediatamente preocupadas por el bienestar de Felix dada la cantidad de tiempo que había pasado desde su partida. Sin embargo, ya era de noche y dejar JYP para aventurarse a ciegas en la oscuridad era imposible.

"Soy tan idiota." Sana frotó los hombros de Jisung, que estaba sentado en el suelo, con la cabeza entre las manos, desesperado. Changbin se paseaba por el estudio de grabación, con la cara más pálida que nunca y el cuello rígido como una tabla.

"No es culpa tuya, Jisung-ah." Jihyo estaba completamente agotada por un día que parecía interminable, su voz era grave y lenta, aunque se esforzaba por encontrar a Felix. Si es que el chico seguía vivo.

Taeil y Chiwon -así como el resto de los soldados- no tenían ni idea de quién era el desaparecido; a pesar de ello, un buen puñado de personas se ofrecieron a salir ellas mismas a buscarlo, lideradas por un ansioso Junseo. Las chicas se mostraron agradecidas, pero declinaron la oferta, pues sabían muy bien que enviar a una multitud de desconocidos en plena noche -que ni siquiera sabían qué aspecto tenía Felix- no serviría de nada y, de hecho, podría provocar que más personas desaparecieran o resultaran heridas.

Tras muchas discusiones y enfrentamientos con Jisung y Changbin, Jihyo resolvió esperar a que amaneciera, aunque con conflictos. Todos estaban de acuerdo en que, a pesar de la gravedad de la situación, lo mejor era dejar que amaneciera.

Excepto que, en realidad, no era necesario.

Porque solo unos minutos después de que la conmoción se hubiera calmado y Jisung se hubiera secado las mejillas de las pocas lágrimas de frustración que había derramado, llamaron a la puerta del tercer piso.

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Felix parecía haber pasado por una batidora y haber sido golpeado repetidamente en la cara con un mazo.

Tenía la nariz torcida y manchada de sangre, al igual que la boca y el ojo izquierdo. Tenía el pelo enmarañado y cubierto de barro y polvo, y la ropa rota y húmeda de sangre. Le faltaban el abrigo y las botas, y los calcetines ennegrecidos que llevaba mostraban las señales de muchas horas de marcha. Llevaba una sudadera azul, agarrada con tanta fuerza que casi parecía que su única preocupación en el mundo fuera no dejarla caer.

Nayeon había sido quien abrió la amplia puerta ignífuga, dejando escapar un grito ahogado ante el espectáculo que tenía delante. Tzuyu se había quedado blanco y casi se desmayaba al ver tanta sangre en el cuerpo del chico. Todos los demás se quedaron inmóviles durante unos segundos, con un silencio tan ensordecedor que se podía oír caer un alfiler.