Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓN

25 de febrero de 2020 - Día 9 (parte 2)

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Estar dentro del gran estudio de grabación con todas las miembros, preparándose para salir al exterior, era una cosa. Pero quedarse solas para enfrentarse a lo desconocido –y a los zombis– era otra historia.

Chaeyoung y Jeongyeon se dieron cuenta de ello en cuanto la pesada puerta se cerró tras ellas, dejándolas fuera de la tercera planta del edificio de JYP. De pie en el hueco de la escalera, mirando hacia abajo los tres tramos de escaleras que tendrían que caminar para llegar a la planta baja (y la entrada principal), sintieron que el aire se volvía más pesado.

Compartieron una mirada. Un silencioso choque de puños. También una pequeña sonrisa, por si acaso.

Empezaron a bajar los escalones, despacio y precavidas ante cualquier sonido que pudiera señalar la presencia de zombis. Chaeyoung iba delante, blandiendo el pequeño bastón de madera como si fuera una espada, mientras Jeongyeon iba detrás de ella, mirando por la escalera tanto hacia arriba como hacia abajo para asegurarse de que no había nadie a la vista. Cuando llegaron al segundo piso, Chaeyoung se detuvo. La puerta que conducía al piso real, que consistía principalmente en salas de práctica y gimnasios, estaba abierta de par en par.

"¿La cerramos?" susurró. "Si cerramos todas las puertas de la escalera, nos aseguraremos de que ningún zombi pueda llegar a ella. Tendremos una forma segura de entrar y salir del edificio."

Jeongyeon asintió. "Buena idea. Sin embargo, tendremos que comprobar todas las puertas que conducen a la escalera, incluidas las de los pisos superiores. Y los sótanos. Pero esto es un comienzo."

Así que eso es lo que hicieron. Cerraron todas las puertas que encontraron en su camino, acordando volver más tarde para comprobar las demás.

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Muy rápidamente llegaron a la planta baja, frente a la gran puerta cortafuegos. A diferencia de las anteriores, estaba cerrada. No era una buena señal, ¿verdad?

"De acuerdo." susurró Jeongyeon. "¿Preparada?" Chaeyoung asintió, secándose el sudor de la frente.

Jeongyeon empujó la manilla lo más despacio posible, asegurándose de que estaba bajada del todo, antes de abrir la puerta ligeramente. Ambas se asomaron por el pequeño hueco, contemplando el amplio vestíbulo que tantas veces les había resultado familiar. Jeongyeon maldijo en voz baja. Cinco zombis se paseaban por la sala, sin ir a ningún sitio en particular, perezosos y lentos, chocando entre sí con un gruñido de vez en cuando.

"Está bien, sabíamos que iba a haber alguien aquí abajo." Chaeyoung declaró, con naturalidad. Aún así, era la primera vez que estaban tan cerca de esas repugnantes criaturas, y era tan inquietante como pensaban que sería.

"Bien," asintió la mayor. "hagámoslo." Metió la mano en el bolsillo para agarrar un puñado de las piedras lisas y pulidas que había traído. Ahora bien, Jihyo había sido extremadamente clara acerca de no dejar que nadie saliera sin una estrategia adecuada para no ser asesinada, así que eso es lo que las chicas habían ideado. Había unas cuantas macetas esparcidas por el tercer piso, de las decorativas con floreros de diseño caro y, por supuesto, piedras y esferas de arcilla en lugar de tierra. Su plan, por sencillo que fuera, consistía en utilizar las piedras como distracción para mantener a los zombis ocupados y alejados de ellas. Se llenaron los bolsillos con tantas piedras como pudieron llevar, y aunque sin duda les pesaban, también representaban su única oportunidad de llegar realmente a alguna parte.

"La estantería de la derecha, unnie." Chaeyoung tiró ligeramente de la puerta para señalar una estantería de cristal en la esquina más alejada del pasillo.