––––––––––"¿Estás segura de esto, Chaeng?"
Los ojos de Dahyun parecían un poco más abiertos de lo habitual y su rostro más pálido. Chaeyoung la miró por última vez, antes de levantarse para comprobar el ajuste de las botas. Golpeó las puntas contra el suelo un par de veces, satisfecha con el ajuste.
"No pasa nada, unnie."
Mina y Tzuyu también estaban a su lado, observándola en silencio mientras se preparaba. La taiwanesa pasó una mano por la cintura de Mina y le dio un ligero apretón.
"Ha pasado demasiado tiempo. O no encuentran a los chicos, o algo ha salido mal." Chaeyoung habló con calma, concentrada en poner en orden su atuendo. Sana hizo un gesto de dolor desde el otro lado de la habitación, mientras que Nayeon ni siquiera levantó la vista, inmóvil como una estatua.
"Por favor, ten cuidado." Mina había llorado un poco antes de ese momento, ya muy preocupada por una miembro más saliendo en medio de la noche; esa miembro siendo Chaeyoung, de todas las personas, solo aumentó su creciente ansiedad.
"Lo haré, unnie." la joven tomó las manos de Mina entre las suyas, encontrándolas ligeramente frías. "Veré qué está pasando y ayudaré si puedo. Si las cosas se ponen peligrosas, volveré aquí."
Extendió la mano para secar una lágrima de las pestañas de la chica, y su dedo apenas rozó la piel de Mina.
"¿Está bien?"
"Sí."
Y así, Chaeyoung se fue a la noche.
––––––––––
El viento era mucho más fuerte, por no decir más frío, de lo que la chica esperaba. Hacía tiempo que Chaeyoung no salía del edificio de la empresa y, a decir verdad, aún no se le había pasado la gripe.
Sin embargo, no pudo evitarlo. Ya habían pasado cinco horas, demasiado tiempo para un simple rescate, uno que se suponía que iba a tener lugar a pocas cuadras de JYP. Tenía que salir.
Chaeyoung temblaba, marchando contra las despiadadas ráfagas de viento, agradecida de ir ataviada con tantas capas de ropa. A su lado, dos largos cuchillos colgaban de su cinturón.
El centro de Seúl siempre había sido un gran espectáculo nocturno, lleno de luces y movimiento, con el olor de la comida callejera impregnando el aire. Nada quedaba de aquella imagen, si no los recuerdos de la misma en la cansada mente de Chaeyoung. Resolvió limitarse a apreciar la quietud y el silencio de la nueva Seúl, evitando rememorar amargamente los viejos tiempos de forma tan innecesaria.
Intentó encontrar el camino hacia la tienda, luchando contra la falta de luz y las inclemencias del tiempo. La oscuridad más absoluta dificultaba la visión incluso a pocos metros de distancia, y cada curva era una apuesta arriesgada; Chaeyoung descubrió que los movimientos de los zombis eran inquietantemente silenciosos cuando nada los agitaba. Se encontró cara a cara con un par de criaturas durante el trayecto, y consiguió esquivar a algunas más antes de llegar por fin a un minimercado de aspecto familiar.
Ahora, tenía que localizar el edificio gris salpicado de balcones y ventanas rotas, entre todos los demás. El único problema era que Chaeyoung no podía ver nada. Justo fuera de la pequeña zona en la que se encontraba, un vacío negro aparentemente interminable se extendía en todas direcciones.
La chica cerró los ojos un momento, evocando los recuerdos de aquel día con Jeongyeon. Se imaginó a sí misma y a la chica mayor, ocultas detrás de un coche, notando que alguien las saludaba desde lejos y se giraba para mirarlos.
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Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓN
FanfictionLo que ocurre cuando nueve chicas se encuentran atrincheradas en un edificio, sin nada más que ellas mismas, mientras el mundo exterior se derrumba y arde. o TWICE en un apocalipsis zombi, en el que todo empieza con suavidad, pero se convierte rápid...