13 de marzo de 2020 - día 26 (parte 1)

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A pesar de su aturdimiento -debido tanto a sus interminables pesadillas como a su impío despertar temprano- Jeongyeon prestaba mucha atención a las palabras del hombre alto que tenía delante.

Chiwon las había llevado a ella y a Tzuyu a una de las salas de prácticas vacías durante un minuto, aprovechando el desorden de soldados y civiles que se preparaban para partir, para pasar desapercibido; había sacado un rifle de su espalda, entregándoselo a las dos chicas con un guiño y un par de cajitas de munición.

"Es un regalo del sargento Park. Pero no lo agites todavía, hay un par de tipos que llevan días dándonos la lata rogándonos que les demos uno, y siempre nos hemos negado," susurró, ahogando una risita. "¡Mejor que no lo vean!"

Jeongyeon había sido la que aceptó el arma, sosteniendo la fría y pesada pieza de acero como si estuviera hecha de lava fundida. No es que el uso de cuchillos y bates no le hubiera resultado suficientemente traumático hasta entonces, pero había algo diferente en el arma que ahora tenía en sus manos.

Quizá fuera la idea de que todo tiene un uso específico en el día a día, ya sea cocinar, hacer deporte o cortar leña; y el rifle es una excepción flagrante, su único propósito es claro y obvio independientemente del contexto en el que se mire.

Matar. Ni más ni menos.

Tzuyu parecía tener un pensamiento similar, mirando el arma extraña con una mezcla de curiosidad y repulsión.

Chiwon había procedido entonces a explicar en detalle cómo manejar el arma, mostrando a las chicas cómo recargar, disparar e incluso arreglar el cañón en caso de que se atascara una bala. Fue enérgico, pero exhaustivo en su explicación, asegurándose de que toda la información fuera bien entendida y retenida. Jeongyeon percibió las dudas de Tzuyu y se esforzó por prestar más atención, concentrándose por completo en absorber las enseñanzas de Chiwon.

El hombre hizo que ambas chicas manejaran el rifle y repitieran palabra por palabra lo que acababa de decirles.

"Me temo que no tendrán ocasión de practicar mucho su puntería. Esto es todo lo que puedo darles," suspiró finalmente, señalando las dos cajas de cartón llenas de munición. "No las desperdicien."

Diez balas cada una, según el número impreso en letra grande en la caja.

"No lo haremos."

Jeongyeon y Tzuyu se inclinaron y dieron las gracias a Chiwon con auténtica gratitud. Por simple que pudiera ser, disponer por fin de un arma que pudieran usar a distancia era una enorme mejora para ellas.

"Aunque, hay una cosa que podrían intentar."

Las dos chicas intercambiaron una rápida mirada, mientras el barbudo salía de la habitación, regresando al cabo de un minuto con un cuaderno y un lápiz.

"La base aérea de Seongnam está justo al sur de la ciudad, ¿verdad?" dibujó un cuadrado en la parte inferior de la página y luego una gruesa línea garabateada en la parte superior. En el primero ponía "B.S." y en el segundo "Río Han."

"Siempre que hemos ido y venido, hemos seguido la misma ruta. Caminamos siguiendo el arroyo Tancheon, desde la Base Aérea hasta que se funde con el río Han" conectó la forma en el papel con una segunda línea tambaleante, comenzándola recta hacia arriba y luego curvándola a la izquierda hacia arriba antes de tocar la más gruesa. "A.T." quedó garabateado.

"Como pueden ver, se desvía bastante a la izquierda antes de llegar al río Han. Justo encima de la curva, está el Parque Olímpico; ahí es básicamente donde estamos ahora." añadió un rectángulo más pequeño, encajado entre las dos líneas.

Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora