25 de febrero de 2020 - Día 9 (parte 5)

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"¡YOO JEONGYEON!"

"¡SON CHAEYOUNG!"

"¡BRO!"

Un revoltijo de brazos y manos envolvió a las dos chicas, haciéndolas caer al suelo en una maraña de cuerpos y miembros, mientras sonoras alabanzas y vítores rebotaban por la sala. Nayeon fue la primera en agarrar a Jeongyeon, y se detuvo preocupada en cuanto vio la cara de la más joven, cubierta de sangre.

"Dios mío, estás sangrando por la nariz, ¿qué ha pasado? ¿Estás herida? ¿Te han mordido?" divagó, agarrando las mejillas de Jeongyeon con ambas manos.

"¡ME TIRASTE LA PUTA PUERTA EN LA CARA, ESO ES LO QUE PASÓ!" Gritó, y todas se quedaron heladas un segundo antes de estallar en carcajadas, Jeongyeon incluida.

"Las estuvimos viendo desde la ventana, ¡estuvieron increíbles!" Dijo Dahyun, todavía con los ojos llorosos de antes. "Estábamos tan preocupadas..."

Chaeyoung la abrazó con fuerza, sonriendo ampliamente. "Gracias, bro."

Mientras Jeongyeon intentaba recomponerse (y detener su hemorragia nasal, ayudada por una Nayeon arrepentida), Mina y Momo se acercaron vacilantes a Chaeyoung. La joven se percató de su presencia y soltó a Dahyun para levantarse y mirarlas.

"Lo has hecho bien, Chaeyoungie." Momo le alborotó el pelo, mientras Mina permanecía en silencio, ordenando sus pensamientos. Antes de que pudiera decir nada, la más joven la agarró de las manos y le dedicó la sonrisa más dulce y brillante del día.

"Tenemos tus medicinas, Mina unnie." En ese momento, Mina simplemente rompió a llorar, dejando que Chaeyoung la envolviera en un abrazo increíblemente suave.

"Huelo a zombie, lo siento..." Mina dejó escapar una risita, aún sollozando sobre el hombro de la menor.

"Está bien, Chaengie."


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Como las dos chicas estaban cubiertas de salpicaduras de sangre, suciedad, sudor y Dios sabe qué más, el resto del grupo las dejó ir a ducharse y cambiarse, antes de bombardearlas a preguntas. Todas se sentaron en círculo en el suelo, inspeccionando los objetos recién adquiridos, mientras Jeongyeon y Chaeyoung relataban pacientemente lo sucedido con todo lujo de detalles. Cuando terminaron su relato, respondieron a todas las preguntas y se sonrojaron ante los interminables elogios, eran casi las siete de la tarde. Momo se levantó de su sitio para ir a buscar algo de cena al patio de comidas, mientras las demás se relajaban en los cojines del suelo.

"¿Todavía tenemos suficiente comida para cuántos días?" preguntó Jeongyeon. Jihyo frunció un poco el ceño, mirando hacia la puerta.

"Cinco o seis días, creo. No es mucho, pero..." Antes de que pudiera terminar la frase, Jeongyeon y Chaeyoung se sonrieron mutuamente.

"¿Qué significa eso?" Sana miró a ambas con curiosidad.

"Supongo que nos iremos de nuevo en un par de días, tal vez pasado mañana." Chaeyoung dijo despreocupadamente, con una gran sonrisa en su rostro. Todas la miraron sorprendidas, antes de que Jihyo se acercara cautelosamente a ella y a Jeongyeon.

"¿Piensan volver a salir? Sé que eventualmente necesitaremos más comida, pero... Acabamos de recuperarlas."

Chaeyoung asintió, hablando suavemente a su líder. "Cuando estábamos fuera, pensamos en esto," miró rápidamente a Jeongyeon, que continuó.

"No es tan difícil una vez que le pillas el truco, y creemos que juntas formamos un buen equipo." Sonrió a la chica más joven. "Hemos decidido ser una especie de grupo de exploradoras a partir de ahora. Seremos las que salgamos a buscar comida y cualquier otra cosa que necesitemos." Su confianza y su nuevo entusiasmo se extendieron como una brisa de verano por la habitación, aliviando las preocupaciones de las otras chicas y aportando un pequeño rayo de esperanza para un futuro incierto.

Burnt Down To Ashes | Twice FF | TRADUCCIÓNDonde viven las historias. Descúbrelo ahora