Capítulo 11.

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FEBRERO, dos meses después

Daniel

Han pasado diez días desde que Antonio nos confirmó que los dos bebés son varones, e  igualmente hace ya dos semanas desde que lo anunciamos en redes sociales. Lorena está embaraza de mellizos y está de casi cinco meses, así que la barriga que empieza a echar resulta algo difícil de disimular. La verdad es que la noticia se recibió con muchísimo cariño en nuestras redes, y desde entonces no nos dejan de llegar mensajes, cartas y regalos al apartado de Correos que destinamos a recibir correspondencia hace años. Me encanta tener unos seguidores tan geniales, no todos los artistas tenemos esa suerte.

Ahora mismo estamos los dos en una tienda de decoración de interiores, discutiendo cómo irá la habitación de los niños. A pesar de vivir en un mansión enorme con muchísimas habitaciones, hemos decidido que de momento compartirán cuarto. He leído que eso les ayuda a fortalecer los vínculos fraternales, y la relación entre mellizos o gemelos siempre es muy especial, así que... ya tendrán tiempo de dormir en habitaciones separadas cuando crezcan. Es lo mismo que hicimos Jesús y yo.

-A mí este color no me gusta -dice Lorena mirando la pintura de la habitación de los niños.

-¿Y este? Es más clarito -contesto señalando otro tono de azul.

-Ay, ese me encanta -sonríe mirándolo-. Y los muebles en blanco, va a quedar una habitación perfecta.

-¿Y eso hay que comprarlo hoy también? -pregunto cansado, anotando la referencia de la pintura para dejársela encargada al dependiente-. Estoy agotado, ayer llegué súper tarde de Milán...

-Vamos a mirar aunque sea, que ya estamos aquí -ríe antes de darme un beso en la mejilla-. Joder, mira -ordena parándose frente a un espejo de la tienda.

-¿Qué pasa? -me extraño al no notar nada raro en el reflejo.

-Mira qué tripa tengo ya -se queja tocándose el vientre y poniéndose de perfil.

-Cariño, estás embarazada de 19 semanas, es normal que tengas esa tripa ya. Además, te recuerdo que van dos -río abrazándola por la espalda.

-Estoy gordísima.

-Estás preciosa -sonrío dejando un beso en su mejilla.

-Eso lo dices por cumplir, estoy feísima.

-El embarazo te está sentando increíblemente bien. Yo creo que estás buenísima -aseguro acercándome a su boca para besarla-. Créeme, que te lo digo de verdad.

Veo cómo me mira insegura y en seguida bajo mi boca hasta la suya para darle un beso cortito.

-En serio, estoy agotado -me quejo apoyando la cabeza en su hombro-. ¿Por qué no vamos a un decorador de interiores y que diseñe la habitación?

-Bueno, pero solo porque sé que estás muerto de sueño -ríe de buen humor-. Vamos, anda.

En la misma tienda en la que estamos, buscamos a un encargado y en seguida nos vemos reunidos con un decorador en su despacho. Rápidamente, le decimos la idea que tenemos para la habitación, los materiales que nos gustaría utilizar, las características y las medidas del cuarto, y quedamos en volver dentro de una semana para ver qué nos ofrece y trabajar a partir de ahí. Después, nos vamos a casa y Lorena se tumba en el sofá mientras yo pido algo de comer por internet.

-Dani, no quiero comer -me dice cerrando los ojos.

-Sí, sí quieres comer -le reto serio-. Vas a comer, Lore. Ya sabes que en esto no hay discusión.

-No me encuentro bien -dice con mala cara, provocando que lleve una mano a su frente preocupado-. Me duele mucho la cabeza, Dani.

-Intenta dormir un rato y después comes algo -decido echándole una manta por encima-. Estaré aquí si necesitas algo.

Siempre Tú II [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora