Capítulo 51.

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Daniel

—¿Embarazo? —se sorprende mi padre en seguida—. ¿Otro nieto?

—O nieta —sonrío mirándole—. No queremos saberlo hasta el día del parto, pero... Lore está embarazada de cinco meses.

—¡Cinco meses! ¡Cinco meses guardando el secreto! —exclama mi madre aparentemente molesta—. Ya decía yo que habías engordado últimamente... no he querido decir nada por no ser indiscreta, pero...

—Enhorabuena —sonríe mi padre dándonos un abrazo—. ¡Otro chiquitín!

Después de celebrarlo durante un buen rato, nos vamos al salón y nos sentamos para continuar la conversación. Sabía que se lo tomarían bien. Siempre han querido ser abuelos de mil niños.

—¿Habéis pensado ya en nombres? —pregunta mi madre sentándose con Lucas en el regazo—. En cinco meses os habrá dado tiempo a discutirlo, imagino.

—No hemos decidido nada, hay demasiados nombres entre los que elegir —ríe Lore de buen humor—. A mí me gusta Guillermo y Siena, pero tu hijo se inclina por Bruno y María. No tenemos nada claro.

—Guillermo es un nombre precioso —sentencia mi padre—. Y María también.

—A mí de niño me gusta Noé —dice mi madre—. o Tristán.

—¿Ahora te gustan los nombres raros? ¿Teniendo a Juan Carlos, a Daniel y a Jesús como hijos? —carcajeo cogiendo a Martín—. Eres increíble, mamá.

Son casi las siete de la tarde cuando decidimos que ya es demasiado tarde y que debemos marcharnos a casa de Maite y Manuel. La noticia ha sido increíblemente bien recibida por mi familia, así que en cuanto se lo digamos a la madre de Lore, ya podremos hacerlo público.

—Voy a ser directa —dice Lore cuando Maite nos abre la puerta y entramos en el salón—. Estoy embarazada de cinco meses.

—¿Qué? ¿Otro? —pregunta Manuel mirándonos asombrados—. ¿Hay un BabyBoom en vuestro grupo y no nos hemos enterados?

—Eso parece —carcajeo después de estrecharle la mano—. Hércules nacerá en septiembre y el nuestro en noviembre. Solo falta mi hermano.

—¡No me lo puedo creer! —exclama Maite abrazándo a Lorena, molestando a los mellizos a su paso—. ¡Otro niño!

—O niña.

—¿Y vosotros qué hacéis aquí? ¿Es que no tenéis casa? —ríe Miguel entrando con una chica por la puerta—. Qué pesada eres, hermanita. Empiezo a pensar que te arrepientes de haberte independizado.

—Hostias —susurra su acompañante al vernos a Lore y a mí.

—Cállate, capullo —ordeno soltando una sonora carcajada—. Venimos a decirte que vas a ser tío otra vez, campeón.

—¿Estás embarazada? —pregunta mirando a Lorena con los ojos muy abiertos—. ¡Enhorabuena, Lore! ¡Debéis follar como conejos!

—¡Niño! ¡Esa boca, por favor! —le regaña Maite dándole una colleja.

—¿No nos vas a presentar? —sonríe Lore dejando a Martín en el suelo y mirando a la chica con la que está Miguel.

—Claro, Lore, Dani, ella es Laura —sonríe Miguel presentándonos—. Laura, ella es mi hermana Lorena, mi cuñado Dani, aunque yo le llamo tío, y mis sobrinos Lucas y Martín.

—Encantado, Laura —sonrío dándole dos besos—. Cuidado con el novio que te has echado, es bastante gilipollas —río, sabiendo que Miguel va a ponerse nervioso con mi comentario.

—Solo somos amigos —suspira mirándome mal—. Venga, idos a tomar por culo de aquí, que tenéis una mansión bien hermosa donde perderos —ordena con diversión señalándonos la puerta—. A ver si con suerte no volvéis a encontraros.

—Mira que te pones tonto —ríe Lore dándole un beso en la cabeza—. Nos vamos porque es tarde, no porque nos lo digas tú.

—Mientras os vayáis...

—No me engañes —susurro acercándome a él después de coger a Lucas—. Te quedas solo en casa esta noche, ¿verdad?

—Como lo sabes —sonríe con picardía antes de mirar a Laura.

—Pásalo bien, pichón —contesto sin que nadie nos escuche—. Si necesitas algo llámame, anda. Dile adiós al tío, cariño —ordeno mirando a Lucas, que en seguida le hace un gesto con la mano y apoya la cabeza en mi hombro.


Siempre Tú II [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora