Lorena
El día de Reyes, con una familia tan grande como la nuestra, con tantos hermanos, hijos y padres, y con niños de por medio, es uno de los más mágicos y emocionantes del año. Aunque también da pie a ser uno de los más cómicos y divertidos.
—Eres un cabrón —ríe Dani al abrir el regalo de reyes que le ha dado su hermano—. Tenemos de sobra arriba, para tu información —ríe aún más fuerte cuando ve las cuatro cajas de preservativos que le ha regalado.
—Bueno, de sobra tampoco —río de buena gana—. Tenemos a secas. Tu guárdatelos que en seguida se gastan.
—Pero si compré una caja la semana pasada —se extraña bajo la atenta mirada de nuestros padres y hermanos.
—¿Y cuánto duran en casa? —pregunta, a lo que desvía la mirada incómodo—. Pues eso, guárdalas bien —ordeno soltando una fuerte carcajada.
—Toma, Miki —dice Jesús dándole otra caja a mi hermano—. A ver si consigues que te dure más de dos semanas, que al ritmo al que vas conseguirás arruinar a tu hermana.
—A lo mejor deberíamos dejar de usarlos —susurra Dani pensativo, retomando la conversación de antes.
—¿Qué acabas de decir? —me extraño mirándole.
—Que podríamos dejar de utilizarlos, ¿no crees? —sonríe acercándose a mi boca peligrosamente.
—Mira, tito, te quiero, pero aléjate de mi hermana ya —ordena Miguel sentándose entre nosotros—. Dejadlo para cuando esteis solos, no seáis guarros.
—Abre tu regalo y cállate —ríe Dani despeinándole.
Bajo la mirada de todos nuestros familiares, nos mira extrañado y ahogo una carcajada antes de hablar.
—Es que tu regalo no entrada por la puerta de casa y los Reyes Magos han tenido que dejarlo en el patio de atrás junto al de Rodrigo y Manuel —informo mirando a mis hermanos pequeños—. ¿Por qué no salís a verlo?
Con una mueca extraña, salen los tres al jardín a ver su regalo. Nada más abrir la puerta, los tres paran en seco y miran al frente sin decir nada.
—¿Estáis de coña? —se emociona Miguel acercándose a la moto grande que hay en el patio (foto multimedia)—. ¿Estáis de coña? ¿Vais en serio?
—¡Tata! ¡Motos! —grita Rodrigo acercándose a dos motos pequeñas de gasolina que hay junto a la de Miguel.
Ya tienen seis años y empiezan a copiarse de los gustos de Miguel, así que...
—No me puedo creer que les hayáis regalado motos a los tres. ¿Se os ha ido la cabeza? —ríe Lucas mirándoles feliz—. Son muy pequeños, os habéis pasado.
—Estoy de acuerdo —le lleva la razón mi madre en seguida—. Vais a responsabilizaros vosotros si a Manuel y a Rodrigo les pasa algo.
—Son motos de gasolina, no pueden ir muy rápido. No os preocupéis —les tranquiliza Dani acercándose a mis hermanos mellizos—. Esta de aquí es la protección que os tenéis que poner siempre que las uséis, ¿entendido? —explica dándoles una bolsa a cada uno con coderas, cascos, guantes, botas y rodilleras—. Las motos son súper peligrosas, hay que tener mucho cuidado con ellas. Esta tarde os enseño a usarlas. ¿Os gusta el regalo?
—¿Te gusta? —sonrío mirando a Miguel.
—Joder, es genial —suspira subiéndose a la moto—. Muchísimas gracias, no sé ni qué decir.
—Promete que vas a tener cuidado con ella, que no es ningún juguete —dice Jesús a nuestra espalda.
—Toma, anda —sonríe Dani lanzándole las llaves, provocando que las coja al vuelo—. Cuidado con lo que haces, Miguel. Te la vamos a quitar a la mínima.
—¿Puedo irme a dar una vuelta?
—Con cuidado, Miguel, ya has oído a Dani. Tienes que ser responsable —suspira mi madre de mala gana—. ¡Estate aquí a las dos para comer! —exclama cuando sale por la rampa del jardín.
—No tiene peligro ni nada —murmura Lucía con diversión—. Lo que le faltaba.
Sonrío de buen humor antes de que todos entremos en casa de nuevo, y miro a mis hermanos mellizos antes de señalar con la cabeza los regalos que quedan bajo el árbol.
—¿No creéis que os habéis pasado un poquito? —se interesa Manuel padre al ver los cuatro paquetes que les quedan por abrir a cada uno.
—¿Nosotros? Han sido los Reyes Magos —río con ganas.
—Qué bien os habéis debido portar este año, ¿no? —ríe Eva viendo cómo abren los regalos.
—¡La Play Station 4! ¡Toma ya! —se emociona Manuel cuando termina de desenvolver la caja.
—Y para vosotros... —sonríe mirando a sus padres y a los míos y tendiéndoles un paquete—. Os debemos demasiado.
—No hacía falta que nos regalaseis nada —dice Juan Carlos.
Les hemos regalado un viaje de una semna a cada pareja: Tailandia para mi madre y Manuel, Los Ángeles para Eva y Juan Carlos.
—Aprovechad para viajar ahora que estoy de paternidad... —sonríe Dani mirando a mi madre—. Porque cuando volvamos a los escenarios se nos vuelve a complicar todo.
Un buen rato después, todos hablamos animadamente en el salón de nuestra casa.
—Cariño, acompáñame a cambiarles —ordeno cogiendo a Lucas en brazos.
—Les acabo de cambiar.
—Pues otra vez. Venga, sube conmigo que se han manchado.
—¿Dónde? —se extraña mirándoles la ropa—. Yo les veo perfectos.
—Que subas, coño —río cogiéndole del cuello de la camisa que lleva puesta.
—Casi veintitrés años y sigue sin captar las indirectas —ríe Jesús mientras subimos las escaleras.
—¿Pero qué te pasa? —se preocupa mi novio cuando le empujo a la habitación de los niños.
—Nada —sonrío dejando a Lucas en la cuna y pasando mis manos alrededor de su cuello.
Pasea las manos por mi espalda con una sonrisa y me acerco a darle un beso con ganas.
—¿Estás tontorrona hoy? —pregunta cogiéndome la nuca con posesión?
—Un poquito —murmuro contra su boca.
Sonríe con picardía y elimina la poca distancia que nos separa con un beso lento y tierno.
—Arreglaremos eso cuando se vayan todos —susurra separándose de mí sonriente—. Que espero que sea pronto.
![](https://img.wattpad.com/cover/44281520-288-k723304.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Siempre Tú II [RESUBIDA]
FanfictionDaniel y Lorena tendrán que hacer frente a su independencia, su amor y a la vida adulta, con todas las responsabilidades y dificultades que arrastra. ¿Conseguirán sobrevivir a todo lo que les depara el futuro? ¡Descúbrelo ya! Segunda entrega de la s...