Siempre Tú II [RESUBIDA]

Capítulo 43.

Daniel

—No puedes subir ahí, enano —niego agarrando a Lucas del brazos—. Están haciéndole una entrevista a mamá, tenemos que quedarnos aquí portándonos bien.

—Sácales antes de que empiecen a gritar —ordena Marcos concentrándose en las respuestas de Lorena—. Joder, qué buena entrevista está ofreciendo. Parece que lleve toda la vida en esto.

—Padre actor, madre representante, novio cantante... algo tenía que aprender, ¿no crees? —ríe Luke cogiendo a Martín para acompañarme fuera—. Vamos, chicos —ordena mirándome.

—¿Quieres tomar algo? —pregunto señalando una cafetería con la cabeza después de montar a los mellizos en el carro.

—¿Te expones? —vacila cruzando la acera al ver cómo un buen número de personas nos acosan con móviles y cámaras.

—Mientras pueda tomarme un café tranquilo... —suspiro bajando el capote del carro para que no fotografíen a los niños—. Estoy agotado.

—Me encanta la naturalidad con la que llevas todo esto —carcajea mientras los flashes y los gritos nos abrazan—. Me agobio yo y solo soy tu representante... no quiero ni saber lo que siente tú.

—He aprendido a no sentir nada, en realidad. Es a lo que me expongo: críticas, poca privacidad y acoso callejero —sonrío entrando en la cafetería que momentos antes he señalado—. Aunque últimamente me agobia la idea de que pueda salpicarles a mis hijos.

Lorena

—Eso ha sido increíble —sentencia Marcos sonriente cuando bajo del escenario en el que llevo horas firmando libros—. ¡Seis horas sin descanso firmando! ¡Y negándote a irte sin firmar a todo el mundo! ¡Eres una referente!

—Ha sido fascinante, cariño. Lo has hecho genial —me felicita Dani antes de darme un beso cortito—. Increíble.

Luke asiente con una sonrisa y me abraza antes de montarnos en la furgoneta, donde ya están los mellizos dormidos, y poner rumbo al hotel en el que pasaremos la noche. Mañana por la mañana volveremos a Sevilla.

El día de hoy ha sido alucinante, me lo he pasado genial y he sentido el calor de todos mis lectores y seguidores. Podría acostumbrarme a esto.

—¿Vosotros qué tal el día? ¿Qué tal la vida de padre soltero? —río mirando a Dani.

—Estupendamente —sonríe mirando a Martín—. Hemos ido a un parque de bolas, nos han acosado en una cafetería, hemos ido a ver a mamá firmar libros, hemos llorado, hemos cenado y nos hemos dormido. El sueño de todo bebé —ríe de buen humor—. Y yo lo único que quiero hacer es llegar al hotel para poder dormir.

—Yo tengo que llamar a Miriam, hoy tenía cita en el ginecólogo —informa Luke consultando su teléfono—. Antonio dice que está por debajo del peso recomendado, así que tiene que engordar.

—Vaya, eso me suena —ríe Dani mirándome—. Suerte, Luke. Por experiencia te digo que no va a ser fácil.

—Ya, el embarazo me trae la cabeza loca desde el primer trimestre —suspira antes de mirarme—. Os volvéis locas, y súper pesadas, ¿sabes?

—Lo sé, es mi segundo embarazo —le hago notar señalándome la tripa—. Suerte la mía que Dani me aguante encantado.