Capítulo 16.

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Daniel

Estoy dando un paseo con Lorena porque resulta que se le ha antojado una palmera de chocolate y ya sabéis que a las embarazadas no hay que negarlas ni un solo capricho. Estamos a punto de entrar en su pastelería favorita de todo Mairena, cuando pega un grito y se lleva la mano a la tripa dolorida.

-¿Qué? ¿Ya vienen? ¿Estás bien? -me preocupo parando en seco.

-Sí, sí. Ha sido una pequeña contracción -contesta volviendo a caminar.

-¿Una pequeña contracción? -me molesto mirándole los pantalones-. ¡Que has roto aguas! ¡Estás de parto! ¡Nos vamos al hospital ahora mismo! -ordeno serio.

-No, yo quiero mi palmera de chocolate. Hasta que no me la coma no voy a ir a ningún sit... ¡ah! -vuelve a exclamar dolorida, llamando la atención de las pocas personas que hay en la calle.

-Lore, ¿estás de coña? Estás de parto, tenemos que irnos al hospital ya -le hago notar cabreado.

-Me da igual, aquí no nace nadie hasta que no tenga mi palmera.

-La madre que te parió, vamos a por la puta palmera de chocolate -decido sujetándola del brazo y caminando  hasta la pastelería.

Mientras pido y pago la palmera, llamo a Lucas para pedirle que venga a recogernos en coche. Le digo que pase antes por nuestra casa para coger la mochila del hospital y que se presente aquí echando hostias. Manda cojones...

-¿Está bien? -se preocupa el dependiente mirando a Lorena cuando da otro grito.

-No, es que está de parto pero se ha emperrado en venir a por una puta palmera -le explico cabreado-. Ya puede estar buena, tendrá una historia que contar a sus nietos.

-Los primogénitos de Daniel Oviedo, cantante de Gemeliers, nacen en mitad de una pastelería - vacila Lorena dándole un bocado al bollo.

Niego en silencio y pago rápidamente para salir a la calle a esperar a Lucas. Tarda menos de cinco minutos en presentarse frente a nosotros con su deportivo y se baja del coche para ayudar a Lorena a entrar en la parte trasera conmigo.

-¡Acelera! -ordena Miriam cuando Lorena da otro grito.

-¡No puedo ir más rápido! ¿Quieres que nos matemos? -dice Lucas poniéndose nervioso-. A tomar por culo, saca esto por la ventana -ordena quitándose la camiseta, con el coche en marcha, y dándosela a su novia.

Es una camiseta blanca. Si la sacas por la ventana es señal de emergencia, lo que hace que el resto de coches te abran paso como si fueras una ambulancia o un coche de policía.

-¡Estoy flipando con que te hayas emperrado en comprar la puta palmera! -exclama Lucas mirando por el retrovisor a Lorena-. ¡Serás irresponsable!

Nada más llegar al hospital, Lucas para el coche frente a la puerta y Miriam y yo caminamos con Lorena al interior del edificio mientras él termina de aparcar.

-Está de parto -informo nada más acercarme a recepción-. Su ginecólogo es Antonio Lafuente, él tiene que asistirlo.

En seguida veo cómo la recepcionista marca un número y se presencia ante nosotros Antonio junto a dos enfermeros.

-¿Cuándo has empezado con las contracciones, Lore? -pregunta Antonio después de examinarla en una habitación.

-Hace... 45 minutos o así -contesto por ella.

-Está dilatando muy rápido, pero todavía le quedan un par de centímetros -informa Antonio mirándome-. No creo que tarde más de quince minutos en empezar a empujar.

Asiento en silencio y noto cómo Lorena me agarra la mano con fuerza.

-Ponte este traje para poder entrar en el paritorio -ordena dándomelo-. Señores, es hora de traer al mundo a dos niños -sonríe mirando a los enfermeros que le acompañan.

¿Alguien quiere maratón hoy?

Siempre Tú II [RESUBIDA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora