Aún molesta por las travesuras anteriores, Lisa estacionó el coche en la entrada de un restaurante elegante. La fachada del lugar reflejaba lujo y sofisticación, contrastando con la apariencia de Lisa en su uniforme de guardia. Jennie, con una sonrisa juguetona, se giró hacia Lisa mientras se preparaba para salir del coche.
—Estoy hambrienta —anunció Jennie con tono de desdén mientras sacaba la llave del coche—. Así que, abre la puerta, por favor.
Lisa, visiblemente irritada, se quedó sentada al volante, cruzando los brazos.
—¿Qué? ¿Ahora también soy tu sirvienta? —respondió Lisa, claramente agotada de las constantes humillaciones.
Jennie la miró con una sonrisa de desafío y se inclinó hacia adelante.
—Vamos, pandillera —dijo Jennie con un tono juguetón—. Creo que es hora de enseñarte algunos modales. Si vas a ser mi guardaespaldas, también deberías aprender a comportarte como una persona civilizada.
Lisa suspiró profundamente, sabiendo que no tenía muchas opciones. Finalmente, salió del coche y caminó hacia la puerta del restaurante con pasos pesados. Mientras se acercaba, Jennie la miraba con satisfacción.
—Deja de ser tan dramática. No te estoy pidiendo que me traigas la luna, solo que abras una puerta —dijo Jennie con una risa ligera.
Lisa, con una mezcla de resignación y frustración, abrió la puerta del restaurante para Jennie. Sin embargo, en lugar de entrar directamente se quedó fuera y Jennie se detuvo y giró hacia Lisa.
—Oye, ¿por qué no vienes a comer conmigo? No sé si alguna vez has probado la comida aquí —sugirió Jennie—. Podría ser una buena oportunidad para que aprendas algo de etiqueta, y además, sería una forma de agradecerte por ser una pandillera tan obediente.
—Está bien, pero no esperes que me comporte como una dama —dijo Lisa mientras seguía a Jennie hacia el interior del restaurante.
Una vez dentro, Lisa se dio cuenta de que el lugar era aún más lujoso de lo que había imaginado. Los camareros, con sus trajes impecables, les ofrecieron asientos en una mesa elegante, y Jennie se sentó con una actitud relajada y confiada.
—Así que, ¿qué te parece el lugar? —preguntó Jennie mientras hojeaba el menú—. Espero que no te sientas fuera de lugar.
YOU ARE READING
"Flight 777: Hong Kong Bound" (Chaesoo - Jenlisa)
FanfictionEn las bulliciosas calles de Hong Kong, donde los rascacielos se alzaban como gigantes de concreto y acero hacia el cielo, dos destinos se entrelazaron en un giro del destino. Entre el fragor de la vida urbana, donde las luces de neón destellaban co...